El juez militar devuelve a Perote a prisión
El coronel no restituyó nueve documentos del Cesid tras obtener una prórroga para entregarlos
Setenta y seis días después de haber salido del centro penitenciario militar de Alcalá de Henares (Madrid), el coronel Juan Alberto Perote, ex jefe de la AgrupaciónOperativa del Cesid, volvió a dormir anoche en la misma cárcel. El juez castrense Jesús Palomino revocó el arresto domiciliario, al que estaba sujeto el antiguo agente secreto desde el pasado 15 de julio, y ordenó su encarcelamiento preventivo. La no devolución de al menos nueve documentos sustraídos al Cesid -pese a que su abogado consiguió que el juez alargase a 48 horas el plazo de un día que inicialmente le había dado para restituirlos- y la alarma social producida por la nueva difusión de informes del centro son los principales argumentos esgrimidos en el auto que devuelve a Perote a la cárcel.
Además de 1.200 microfichas, que devolvió dos meses después, tras serle reclamadas por sus antiguos superiores, Perote se llevó numerosos informes del Cesid cuando fue apartado del centro, en noviembre de 1991.El titular del juzgado togado militar central número 1, el coronel Jesús Palomino, que instruye el sumario contra Perote por sustracción de información reservada, ha identificado al menos nueve de los documentos que el ex agente nunca devolvió y cuyo paradero tampoco ha explicado.
El pasado lunes, después de tomarle declaración, el juez requirió a Perote para que devolviera los citados documentos en un plazo de 24 horas. Aunque siempre ha negado tenerlos en su poder, el abogado que el coronel comparte con Mario Conde, Jesús Santaella, pidió al juez que ampliase el plazo en 24 horas más, a lo que éste accedió.
Sin embargo, ni al término del plazo fijado ni ayer, cuando compareció de nuevo ante el juez, aportó Perote los documentos requeridos. La no devolución de estos documentos es el primer motivo esgrimido en el auto que devuelve a Perote a prisión, pues el juez considera que hay indicios racionales más que suficientes para pensar que los guarda en su poder, aunque lo niegue.
En los últimos días, el antiguo jefe del Cesid hizo llegar al Gobierno el mensaje de que estaba dispuesto a devolver de forma oficiosa los documentos sustraídos, pero recibió una respuesta contundente: ya ha pasado el momento de los arreglos y el lugar en el que debe entregar los documentos es el juzgado.
El juez justifica también su decisión de encarcelar otra vez a Perote por la alarma social producida al publicarse, el pasado 20 de septiembre en El Mundo, nuevos documentos secretos del Cesid entre ellos, el relativo a la muerte de la etarra Lucía Urigoitia en 1987 que coinciden con los contenidos en las microfichas que se llevó el coronel; lo que éste no negó en su declaración del lunes ante el juez.
Finalmente, el auto recrimina a Perote que realizara declaraciones a varios medios de comunicación sin tener en cuenta su situación de arresto domiciliario, que resulta incompatible con dichas declaraciones, en opinión del juez militar.
Negativa a declarar
Perote ingresó en la prisión militar de Alcalá a las 14.45. Llegó a la cárcel a bordo de un Ford Orión camuflado de la Guardia Civil seguido por un vehículo de escolta. Le acompañaba en el asiento trasero del coche un coronel del Ejército de Tierra, ya que los militares sólo pueden ser detenidos por oficiales de la misma graduación.
Antes, compareció ante el Juzgado Togado Militar Central, donde estuvo desde las 11.35 hasta las 14.05. Sin embargo, se negó a declarar ante el juez Palomino, acogiéndose a su derecho constitucional y alegando que no se encontraba en condiciones psíquicas para hacerlo. Su abogado, Jesús Santaella, explicó que a primera hora de la mañana había presentado una denuncia en la comisaría madrileña de Moncloa-Universidad por "los seguimientos claramente coactivos e intimidatorios" de que había sido objeto su cliente.
Según el relato de Santaella, los seguimientos se iniciaron el jueves por la tarde y continuaron ayer por la mañana, "hasta las mismas puertas del juzgado", por parte de personas que se identificaron como miembros de. la Guardia Civil ante funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. El coronel, agregó su defensor, pidió ayer escolta policial al juez Baltasar Garzón, que lo ha imputado en el caso Monbar.
El abogado esgrimió la denuncia del seguimiento para pedir que se aplazara la declaración de Perote, pero el juez no accedió. Fuentes de Defensa indicaron que la vigilancia era perfectamente legal, pues se trataba de evitar que se fugara para eludir la acción de la justicia.
Santaella anunció que recurriría el encarcelamiento de su cliente, basado, según dijo, en argumentos "tan ridículos" como hacer declaraciones a medios de comunicación. Perote ingresó por primera vez en la cárcel el 18 de junio -tras la publicación en El Mundo de documentos del Cesid sobre escuchas telefónicas- y la abandonó, 27 días después.
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