EI vaivén
El gasto. En la primera parte lo hizo el Atlético. El Depor se recostó en la espalda y esperó. El gol al borde del descanso (de nuevo la mecánica precisión de Pantic en los córneres) fue un premio merecido. En la segunda mitad el gasto lo hizo el Depor, a favor de la fatiga de los locales. Pero no pudo marcar porque el Atlético esperó los embites con la defensa adelantada, sin dejar espacios.El viejo Depor. Como esas viejas telas que, dobladas de nuevo, mantienen sus antiguos pliegues, el Depor de este año regresa a su viejo estilo, el que le implantó El Brujo. En la primera parte, en su versión mas conservadora. En buena parte de la segunda, en versión algo más audaz. Pero siempre reclamando su estilo antiguo, al que Toshack va volviendo poco a poco.
Fran. Demasiado aislado en la primera parte, en la que quizá se le pidió que estuviera muy cerca de Bebeto, apenas entró en juego. En la segunda mitad se echó algo más atrás, incluso antes de la entrada de Begiristain, para iniciar la jugada. Mejoró mucho. El Depor lo necesita como eje.
La polenta. Simeone por la izquierda, Simeone por el centro, Simeone por la derecha, Simeone atrás, Simeone arriba. Mientras no se movió el marcador, el Depor volcó sus mejores afanes (léase Donato y Mauro Silva) en frenar a Vizcaíno y Pantic. Pero con Simeone no pudieron y Simeone le puso al equipo y al partido lo que los argentinos llaman polenta. Tradúzcase por energía.
Funcionamiento. En un equipo armado las bajas no se notan. El Atlético salió sin Caminero, una verdadera estrella. Un jugador para intervenir en el medio campo y en la llegada. El funcionamiento del equipo no acusó tal ausencia. Señal de buena salud.
Penev. Esta vez no estuvo. El partido de Georgia y el largo y comentado retorno le afectaron bastante. Kiko luchó esta vez casi solo, pero valió por dos. Luchó como un león.
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