Búsqueda desesperada y "sin un solo rastro"

El desaliento comenzó a cundir ayer entre las patrullas de vecinos, Guardia Civil y Protección Civil que buscan a la niña de cinco años Eva Lavandeira, muda y con problemas de autismo, perdida en un monte de Vimianzo (La Coruña). Durante 48 horas, alrededor de un millar de personas rastrearon palmo a palmo el monte donde desapareció la niña el pasado domingo, tras acudir con su padre a vigilar unos caballos salvajes. "No tenemos ni un so lo rastro", se lamentó el alcalde de Vimianzo, Alejandro Rodríguez, quien confesó su pesimismo sobre la suerte de la niña. Sin embargo, el gobernador civil de La Coruña, Carlos Vacas, que ayer se sumó a los trabajos de búsqueda, trató de levantar el ánimo de la familia de Eva. "No se puede abandonar la esperanza", declaró Vacas, para quien "lo más lógico" es que la niña se haya perdido en el bosque, aunque, en su opinión, "tampoco hay que descartar ninguna hipótesis", incluida la de un rapto. Como había hecho otras veces, Eva acompañó a su padre el pasado domingo a visitar los caballos salvajes que la familia tiene en un bosque muy accidentado, conocido como Monte Faro. El hombre dejo a la pequeña en el interior de una furgoneta para echar un vistazos los animales, confiadoen que, como era su costumbre, lo esperase sin salir del vehículo. Pero cuando regresó, un cuarto de hora más tarde, la furgoneta estaba abierta y Eva había desaparecido.

El bosque entraña grandes peligros para una niña de tan corta edad y además discapacitada. Por la zona merodean manadas de lobos y la tierra está excavada por las galerías de una antigua mina de wolframio. El temor de los vecinos es que la pequeña haya caído en, el interior de algún pozo de la explotación abandonada, con lo que sería muy difícil localizarla. Aunque oye perfectamente, Eva no es capaz de hablar y tiene dificultades para comunicarse. Normalmente suele evitar la relación con personas ajenas a su entorno familiar.

Los vecinos de Vimianzo se han sumado masivamente a la búsqueda, que no se interrumpe por la noche a pesar del fuerte viento y las lluvias que azotan la zona desde el domingo. También participan agentes de la Guardia Civil y de las policías locales 6e varios municipios de la comarca, así como efectivos de Protección Civil y un helicóptero de la Xunta de Galicia. El pasado lunes los perros adiestrados lograron seguir durante un trecho el rastro de la niña a través del monte, pero lo perdieron al alcanzar un arroyo. La lluvia y el viento acabaron desorientando por completo a los animales.