El júbilo popular da paso a la prudencia el Gobierno bosnio, después del acuerdo

El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, a su regreso de EE UU, se ha mostrado satisfecho por tener la sensación de haber negociado lo mejor para los intereses bosnios en el acuerdo de Dayton. Sin embargo, el popular recibimiento que Izetbegovic tuvo el miércoles a su llegada a Sarajevo no ha podido tapar la prudencia oficial ni la cita el documento. La oposición lo critica abiertamente, mientras que el Gobierno advierte que hace falta ahora ponerlo en práctica para hablar de éxito. La impresión general es que la necesidad de paz después de casi cuatro años de guerra ha superado a la amargura de una paz injusta.

"Te queremos, Alia", gritaban muchos de entre el millar de personas que se congregaron, algunas con ramos de flores frente a la sede de la presidencia el miércoles para dar la bienvenida a Izetbegovic. La televisión dedicó horas y horas al "éxito" de las negociaciones de Dayton.Todos los barrios de Sarajevo serán restituidos a los bosnios lo cual permite indicar que se trata de una auténtica "reunificación" de la ciudad. La capital bosnia quedará abierta por llidza al oeste y por Vogosca al norte, tendrá asegurado el control del aeropuerto y de la línea ferroviaria y también el del barrio de Grbavica, el único que los serbios tenían en su poder cerca del centro de la ciudad. "Hemos obtenido entre el 80% y el 90% de lo que pedíamos", ha manifestado Izetbegovic. El presidente ha reconocido, no obstante, que "lo menos satisfactorio" es el estatuto sobre el corredor de Posavina.

"Sobre el papel tenemos la paz. En adelante, todo radica en su puesta en práctica. Los acuerdos de Dayton no se aplicarán solos. Tenemos necesidad de las fuerzas de la OTAN", ha manifestado el primer ministro, Haris Silajdzic. Sarajevo tiene la convicción de que sólo la llegada de los soldados norteamericanos forzará a los separatistas serbios a devolver los territorios que controlan desde la primavera de 1992.

El presidente Izetbegovic ha instado a la población a continuar movilizada dando a entender que tal vez será incluso necesario combatir para restablecer la soberanía gubernamental sobre las zonas serbias que rodean la capital. "La OTAN no romperá la resistencia serbia por la fuerza", ha afirmado Izetbegovic. "Si los serbios se niegan a retirarse de los barrios previstos en el plan de paz, tendremos armas y deberemos completar la tarea por nosotros mismos. Creo que en caso de solución militar contaremos con el apoyo de los occidentales y particularmente de los norteamericanos", ha agregado el líder bosnio. El jefe del Ejército, general Rasim Delic, también ha prevenido ante un exceso de euforia al subrayar que sólo se podrá hablar de "un acuerdo histórico cuando todos los términos del mismo hayan sido puestos en marcha sobre el terreno".

En medios de la oposición no se comparte el entusiasmo manifestado por los seguidores de Izetbegovic, precisamente a causa de la división del país, que parece definitiva. "Izetbegovic se felicita de sus éxitos en la negociación territorial", ha comentado un diplomático bosnio. "Afirma que esta contento con el acuerdo sobre Sarajevo, descontento con el de Posavina... Indica incluso 'fronteras' con la 'República serbia'. Todo ello muestra que la división de: Bosnia era para él un hecho consumado y que ya sólo defendía un. Estado, unificado y multiétnico", agrega el diplomático. Una inmensa mayoría de la población comparte esta opinión, pero siente tal necesidad de paz que ya no habla más de ello.

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