Las pensiones, objeto de deseo
En el momento histórico en el que el futuro de las pensiones se debate con más fuerza en Europa, los dos principales líderes políticos en España deciden aparcar la polémica de las elecciones. Si cumplen su pacto serán los únicos que no hablen del asunto en nuestro país. El acuerdo de González y Aznar es sin duda bienintencionado, aunque irreal: desgajar el miedo de los jubilados de los avatares del voto.Joaquín Leguina ha sido el primero en no hacer caso del silencio. y en Cambio 16 (cada día mejor revista) escribe sobre las pensiones como golosina económica, como objeto de deseo. Leguina dice: "Las empresas financieras, bien arropadas por la ideología privatizadora que nos invade por doquier, ven en el sistema de pensiones un futuro negocio hipermillonario y poco les importa el desasosiego que el debate puede producir... debieran quitar sus ojos golositos de las pensiones".
Es una posición más. Afortunadamente, éstas se multiplican. El ministro de Trabajo, José Antonio Griñán, presentó hace semanas el estudio La Seguridad Social en el umbral del siglo XXI (editado por su departamento), que defiende. la viabilidad del, sistema de pensiones a medio y largo plazo, con "adaptaciones que refuercen sus principios esenciales de contribución, proporcionalidad y solidaridad y que faciliten su evolución en consonancia con el desenvolvimiento de la economía, y ello tanto en lo que respecta a los gastos como a los ingresos".
En los últimos días han aparecido, al menos, otros dos estudios: Las pensiones en España (revista Economistas, del Colegio de Economistas de Madrid) y La reforma del sistema público de pensiones en España (Servicio de Estudios de La Caixa). El de los economistas madrileños es un trabajo colectivo, dirigido por el profesor José A. Herce, en el que participan muchos de los expertos en el asunto. Su conclusión es nítida: la reforma es ineludible; las dificultades del sistema español tienen que ver con dos causas fundamentales el crecimiento del número de pensionistas y el relativamente generoso tratamiento que éstos reciben del sistema, agravadas por una tercera causa, la débil creación de empleo, de la economía española.El número de La Caixa también está dirigido por Herce y por Víctor Pérez Díaz, e incorpora a la discusión un análisis de la posición de los distintos actores estratégicos (partidos, sindicatos, empresarios, intermediarios financieros, organismos internacionales, expertos y prensa). En este análisis se concluye que a una amplia mayoría de los españoles le parece bien que, junto a un sistema público que provea de un mínimo nivel de vida para todos, haya otro sistema complementario de modo que quien quiera un mayor desahogo suscriba un plan de pensiones privado.
Próximamente están anunciados otro estudio colectivo de la Fundación BBV y el elaborado por el ex ministro chileno José Piñera, encargado por el Círculo de Empresarios y por la Bolsa de Madrid. Las conclusiones básicas de este último (a favor de un sistema de capitalización) se pueden prever pues ya están adelantadas por su autor en el libro Sin miedo al futuro. ¿Es posible la reforma de las pensiones en España? (Editorial Noesis, la misma que ha publicado los discursos políticos de José María Aznar). En este libro se recogen unas declaraciones de Aznar a la revista chilena Estrategia, en las que afirma: "A mí me interesa mucho . conocer cuál es la experiencia chilena respecto a su sistema de pensiones. Piense, además, que por otra parte es un sistema de capitalización que ha tenido un gran éxito".
Las pensiones apasionan y todos tenemos opinión sobre ellas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.