Lledó busca con los grandes almacenes mayor seguridad ante las amenazas

Pilar Lledó, delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, ofreció ayer a los representantes de grandes superficies comerciales una mayor coordinación policial para prevenir los efectos de los atentados y demás actos violentos de gran entidad que puedan producirse en el desarrollo de su actividad. Lledó, abogó por la necesidad de un centro, de coordinación entre la policía y los comerciantes, la existencia de departamentos de seguridad profesionalizados y una persona dentro. de los mismos comercios que enlace directamente con Ios servicios policiales.

"El objetivo", dijo, "es que la persona que reciba una llamada anónima sepa actuar con naturalidad, sin nervios, y comunique al elemento de enlace con la policía todos los datos necesarios para que las fuerzas de seguridad operen con máxima eficacia".Lledó calificó la entrevista mantenida con los responsables comerciales como "necesaria, para mejorar las medidas de seguridad que ya estaban operativas desde hace tiempo. Al mismo tiempo, la delegada del Gobierno no quiso pronunciarse por la concreción de tales medidas. "No hay que avisar a los violentos de lo acordado para no darles facilidades en sus fechorías", comentó.

Por otro lado, varios representantes de los grandes comercios declararon a Europa Press la gratitud a las fuerzas de seguridad del Estado por la atención mostrada para prevenir los actos violentos en los grandes almacenes. "Desgraciadamente", dijeron, "Gran Bretaña y, nosotros tenemos experiencia en este tipo de actos; esto hace que las medidas aportadas, y que a partir de ahora se incrementarán, sean las mejores que se dan en toda la Unión Europea".

Los mismos representantes señalaron que cualquier centro está en disposición de desalojar a todo su personal, en caso de aviso de bomba, en un periodo que oscila entre los cinco y los siete minutos. "La variación depende del tamaño de la superficie y del número de personas que se hallen en su interior".

A quién dirigirse

Por su parte, Carlos Corrales, jefe superior de la policía de Madrid, insistió en que hay que evitar las situaciones de nerviosismo que producen las llamadas telefónicas anónimas. "Es indispenlable", señaló, "que la persona que reciba esa llamada sepa a quién dirigirse".