Doñana abre todas sus compuertas para reducir el nivel del agua
Las fuertes lluvias causan la muerte de decenas de animales
El parque nacional de Doñana, azotado por la sequía en los últimos años, ha tenido que abrir todas sus compuertas para reducir las ingentes cantidades de agua caídas durante las últimas semanas. El director, Alberto Ruiz de Larramendi, anticipó que el sistema de aliviaderos estará abierto entre diez y quince días, hasta recuperar los niveles acuíferos de las marismas, ahora 25 centímetros por encima de su media.
Ruiz de Larramendi aseguró ayer, no obstante, que las lluvias reportarán efectos muy positivos para el parque nacional. Larramendi, quien asegura que la situación de Doñana es de "total normalidad", afirmó que las trombas de agua sólo han supuesto la pérdida de "unas decenas" de gamos, jabalíes y zorros, aunque matizó que se trata de una mortandad que, en ningún caso, puede calificarse de grave.Las palabras de Ruiz de Larramendi contradicen la versión del ex director de la Estación Biológica de Doñana, Javier Castroviejo, biólogo que afirma que las intensas lluvias han provocado efectos muy perniciosos y han afectado a las obras de canalización y desviación de los cauces que alimentan la reserva. Castroviejo, asimismo, asegura que las precipitaciones han introducido importantes cantidades de arena y cascotes en un área de ocho kilómetros del parque, lo que ha originado un "alarmante" aumento del nivel del suelo cuyo resultado podría resultar un problema de magnitudes desconocidas.
El director en funciones del parque nacional de de Doñana sólo confirmó el importante aumento del nivel de las aguas. Ayer, según su información, estaba activo todo el sistema de aliviaderos, compuesto por cuatro exclusas ubicadas en la zona de Los Rompidos, La Figuerola, Brenes y Cherri.
Pero insistió en que el sistema hídrico de Doñana "está funcionando a la perfección" y negó cualquier rotura en los muros de contención. En cambio, Ruiz de Larramendi coincidió en que los arrastres de materiales sólidos "es una asunto de cierta gravedad que habrá que resolver a corto y medio plazo". El problema, dijo, radica en que los cauces de los arroyos están muy deforestados, por lo que será necesaria su repoblación.
Los animales, de Doñana, según su conservador, no han sufrido apenas daños. "La fauna está muy alegre", afirma Ruiz de Larramendi, que incluso augura un magnífico año de cría para las aves acuáticas.
Los ecologistas de Huelva han denunciado la proliferación de cazadores furtivos en las proximidades de Doñana y han pedido a la Administración que tome medidas para evitar la matanza de los animales. Ruiz de Larramendi insistió al respecto en que la fuga ha sido solamente de "20 ó 30 ejemplares".
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