Stepanovic, en el banquillo de los acusados

Los 19 directivos del Athletic abordarán hoy la posible destitución del entrenador Dragoslaw Stepanovic, envueltos en un mar de dudas. Los defensores del técnico serbio apelan a su trabajo pensado para el futuro, mientras el presente atestigua una crisis de juego y resultados galopante. Los partidarios de la destitución, avalada por la despersonalización del equipo, se enfrentan a una sucesión no menos preocupante y al deterioro de la imagen de un club que últimamente aniquila entrenadores a velocidad de vértigo. En medio, los jugadores asisten atónitos al espectáculo: sólo el capitán, Julen Guerrero, se ha manifestado públicamente por la continuidad del entrenador. El público ya se ha pronunciado mayoritariamente, mediante pañuelos de desaprobación y encuestas, por desalojar a Stepanovic del banquillo.Atendiendo a las palabras del presidente, José María Arrate, la destitución del entrenador parece decidida. Tras el 0-5 infligido por el Real Madrid el pasado miércoles, Arrate dictó un ultimátum que vencía el domingo en el Vicente Calderón. Los cuatro goles colchoneros formalizaron la sentencia por más que el equipo se comportara con tanta gallardía como inocencia.

La decisión se adoptará democráticamente tras un debate que pretende aclarar las dudas. Los datos que exhibe el Athletic de Stepanovic no son precisamente una garantía de futuro. Duodécimo en la tabla, a dos victorias de caer en la promoción, el octavo equipo más goleado y menos goleador, el Athletic se ha convertido en un equipo fantasmagórico, que cambia constantemente de estrategia y que seguramente ostenta el desagradable récord de jugadores utilizados (30) en lo que va de competición.

A pesar de que Julen Guerrero, quizá el futbolista más perjudicado por esta indefinición, haya reclamado unidad para salir del bache y confianza en el trabajo del entrenador y del equipo, la clasificación y el público han dado la espalda a la actitud taciturna de Stepanovic, que previsiblemente dejará hoy de ser entrenador del Athletic. Pero, ¿entonces quién?, se preguntan directivos, jugadores y público. Si Arrate firma hoy la condena, las soluciones de la casa sólo llegan hasta José Mari Amorrortu y Manolo Sarabia. El primero ya gestionó el periodo pos-Irureta, y el segundo, a pesar de su historial futbolístico, es un neófito en los banquillos.

El Athletic, que quería jugar al ataque, sólo habla de su defensa, que quería mirar a Europa y mira hacia abajo con preocupación, que buscó a Stepanovic por medio mundo y rebusca ahora un sustituto en su propia casa. El proyecto Stepanovic tocará hoy previsiblemente a su fin.