Avance incesante de la informática aplicada al aprendizaje de lenguas
Son lo último en la enseñanza de idiomas. Ordenadores que hablan en inglés o en japonés. Películas de vídeo interactivas en las que el alumno interviene cada dos por tres. O incluso programas que reconocen la voz del alumno y le corrigen la pronunciación. Pero los expertos están convencidos de que la aplicación de los avances tecnológicos a la enseñanza de los idiomas no ha hecho más que empezar.Ya es fácil encontrar una gran variedad de cursos de idiomas por ordenador para aprender inglés, francés, japonés, alemán o español. Ante todo son métodos interactivos y prácticos, buscan el aprendizaje del lenguaje hablado con un vocabulario moderno y standard.
Cuando el alumno abre la pantalla comienza un programa que va desde la presentación de los personajes hasta la reproducción de auténticos largometrajes didácticos, a los que no resulta difícil engancharse. Alemán básico, francés de negocios, inglés por teléfono, español comercial e incluso programas para la evaluación de los alumnos.
"Los programas como el Bright Executive tienen la ventaja de que evalúan el manejo de los verbos, la comprensión oral del alumno y dan una idea muy clara de sus capacidades y trayectoria", explica Richard Preston, filólogo e historiador, que lleva seis años enseñando inglés en España, sobre todo en empresas.
Los más perfeccionados ofrecen al alumno múltiples posibilidades de ayuda como acudir a la traducción o a un subtitulado permanente, buscar información gramatical sobre lo que se está escuchando, grabar su voz e incluso reconocerla para hacerle repetir cada frase hasta conseguir una correcta pronunciación (como el Auralog). Algunos, como el Dynamic English cuentan con un termómetro que gradúa el nivel del estudiante, de acuerdo a las equivocaciones o aciertos que vaya realizando.
El norteamericano Dynamic English consta de seis CD-ROM y tiene contenidos para 180 horas de aprendizaje que van desde el nivel de principiante hasta el intermedio alto. Entre otros cursos está también el británico English Express, uno de los más completos, consta de 400 horas en 18 CD-ROM.
"Este tipo de cursos se deben combinar con tutorías presenciales al 50%", señala José Enrique Gil Delgado de Idiomas Multimedia, experto en este tipo de programas.
"La complementación de las clases con los programas informáticos permiten al alumno seguir un buen ritmo, de forma que en un curso académico se pueden realizar 300 horas, la mitad con el equipo multimedia y la otra mitad con el profesor", señala Gil Delgado. Estos programas están pensados tanto para aulas informáticas de empresas como para particulares.
Para Stuart Gale, subdirector de estudios del Instituto Británico en Madrid, "estos programas son sobre todo un complemento, puesto que el alumno necesita trabajar en grupo, con un profesor". Esta institución elabora sus propios programas en CD-ROM y cuenta con un curso, el Self Access, al que se pueden apuntar estudiantes para preparar los exámenes de Cambridge en las aulas informáticas del centro.
La dificultad que plantea el rnanejo de este tipo de programas es mínima. Se utilizan moviendo un sólo dedo, sobre el ratón. Además de esta ventaja, están la ausencia de recuperaciones así como la flexibilidad de horarios.
Para este tipo de aplicaciones el vídeodisco prácticamente desaparece. Lo imprescindible es una estación multimedia (un ordenador 486 con ocho RAM de memoria), junto con un lector de CD-ROM, una tarjeta de sonido y la tarjeta de vídeo MPEG. Todo por unas 250.000 pesetas. En cuanto a los precios de los programas, por ejemplo, el Dynamic English completo cuesta sobre 400.000 pesetas y el English Express, 900.000 pesetas. Pero también hay cuentos interactivos, para niños y adultos, por unas 25.000 pesetas.
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