El Seattle madrileño, en camión
Buenas Noches Rose ponen hoy a prueba sus grandes expectativas
Subidos en el camión que llaman Rosemóvil, los cinco miembros de Buenas Noches Rose, la banda sorpresa de la última generación del rock madrileño, recorrieron ayer las calles del centro de la capital partiendo desde la Ciudad Universitaria y desgranando las canciones de su disco debú como aperitivo del concierto que esta noche ofrecerán en El Sol. De la misma edad que el futbolista Raúl, que el escritor José Ángel Mañas o que el actor Juan Diego Botto, los chavales de Buenas Noches Rose han tomado conciencia de pertenecer a una generación a la que le toca ya el turno de tomar las riendas de su propio destino.Pero si Raúl viene a salvar al Real Madrid, ¿qué viene a salvar Buenas Noches Rose? "Venimos a salvar el mundo", dicen sin empacho. "Somos estrellas del rock and roll. Todo el mundo lo es. Se vive como una estrella del rock and roll sin necesidad de ser músicos. Todo el mundo sale, se divierte, se folla a quien puede, viven como estrellas, así que es un rollo ya vivir así. Estamos más allá de ser estrellas del rock".
Aunque aseguran no llevar etiquetas ni querer desmarcarse de nadie, Buenas noches Rose es uno de los pocos grupos que cantan sólo en castellano, lo que en estos tiempos ya es un desmarque considerable. "Nos parece absurdo cantar, en un idioma que no sea el nuestro, aunque respetamos que otros grupos canten como les dé la gana".
El grupo es un producto de la Alameda de Osuna, distrito de Barajas. El instituto público de allí celebra cada año un festival rock y están saliendo muchos grupos. "La Alameda se va a convertir en el Seatle madrileño", pronostican, "y si no, al tiempo".
Con la arrogancia que les da la edad, pero con la ingenuidad propia del que empieza, consiguieron involucrar hasta a sus propias familias para que les financiaran parte de su primer equipo. Cantan con rabia a las preocupaciones que les inquietan a ellos y a sus amigos del barrio, y mientras piensan vivir sólo de la música en menos de un año, andan acabando la prestación social sustitutoria, malterminando los cursos escolares, dando conciertos siempre que pueden y recorriendo las calles de Madrid en su camión musical.
"No nos creemos nada. ¿Rebeldes, contra qué?, si ni siquiera hemos tenido malos rollos con nuestros padres. Hay muchas injusticias en la vida y sí, se debe protestar, pero no vamos de ideólogos de nada, no queremos adoctrinar con filosofías a nadie. Fumamos nuestros porros, nos divertimos, hacemos rock, pero tampoco decimos que todo el mundo deba hacerlo. Lo único que nos gustaría es que la gente sea menos esclava de sí misma".
Buenas Noches Rose, en El Sol (Jardines, 3, metro Sol). 23.30. 600 pesetas.
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