El Compostela jugó al empate y fracasó
El Compostela perdió ayer precisamente por jugar al empate.Recibió un gol en frío y apenas le costó restablecer el equilibrio, para acomodarse luego, cifrando todas sus bazas en un desmedido intento de desquiciar al rival, cerrándole todos los espacios.El Oviedo, que jugó una primera parte mediocre y una se gunda en la que encontró la luz cuando estaba a punto de volver se tarumba, ganó el partido pero perdió el crédito de Onopko. La afición oviedista empieza a preguntarse si el ruso está prolongando sus vacaciones. En el campo parece un oscuro peón, sin una pizca de motivación, obsesionado por deshacerse de la pe lota lo antes posible y muy falto de forma física.Le despidió el estadio con una fenomenal bronca.
La segunda parte fue horripilante: un intento del Oviedo por romper la primera línea de trincheras del ultraconservador Compostela. El castigo para la cicatería del equipo gallego llegó gracias a una escapada de Armando, que dejó a toda la defensa rival en paños menores.
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