Amedo y Domínguez ultiman una estrategia para recuperar sus casi 330 millones embargados en Suiza
Los ex policías José Amedo y Michel Domínguez ultiman una estrategia para recuperar los cerca de 330 millones de pesetas procedentes de fondos reservados que poseen en cuentas suizas y que les fueron embargadas en noviembre de 1995 a petición del juez Baltasar Garzón, según fuentes próximas a los dos arrepentidos, reactivadores del caso Gal con sus testimonios.El 21 de octubre de 1994, el ,juez Baltasar Garzón firmaba un auto en el que acordaba solicitar mediante "comisión rogatoria de a autoridad judicial competente, y en concreto del juez de instruccón monsieur Paul Perraudin, si en cualquiera de sus investigaciones criminales aparecen datos económicos que relacionen a personas españolas o de otra nacionalidad, así como cuentas bancarias del tipo que sea, con los GAL, y a través de cuyas cuentas se hubieran hecho transacciones que favoreciran la actividad criminal de tal organización. En concreto si los llamados José Amedo Fotice y Michel Domnguez, por sí o mediante personas interpuestas, tienen cuentas abiertas en Suiza". Este auto es manejado por Jorge Manrique, abogado de Amedo y Domínguez, en su operación para recuperar el dinero que Interior presuntamente facilitó en Suiza a ambos ex policías por los servicios prestados en la guerra sucia. ¿"Por qué Garzón dirige su comisión rogatoria a Perraudin y no a cualquier otro juez suizo de los varios cantones existentes?", se pregunta el de fénsor de ambos ex agentes. "La respuesta es que Garzón sabía previamente que Amedo y Do rnínguez tenían el dinero en Ginebra", según fuentes de la defensa. A partir de este dato, la es trategia jurídica de ambos pasa por argumentar que el juez manejó información extrasumarial. En este sentido se ha estimado tanto la posibilidad de una filtra ción de Perraudin a Garzón tras investigar las cuentas de Luis Roldán en Suiza como del propio ex director general de la Guardia Civil a periodistas.Desamparo jurídico
Amedo y Domínguez van más lejos. Según fuentes de su defensa, no fueron ellos quienes revelaron a Garzón la existencia de sus cuentas suizas. Se limitaron a ratificar algo que Garzón ya sabía. Sus mujeres precisaron los detalles de la operación, incluido el nombre de sus interlocutores en Interior y el número de cuenta. El conocimiento por Garzón de sus cuentas en Suiza supuso la gota que posibilitó la reconversión en arrepentidos de Amedo y Domínguez y la posterior cascada de procesamientos de ex mandos de Interior.
Marian Acedo y Alicia Domínguez, esposas respectivamente de Amedo y Domínguez, fueron citadas en enero de 1995 por Garzón para que firmaran una autorización para que Suiza cooperara en informar y disponer de tales sumas. Ahora la defensa se plantea que ambas mujeres prestaron testimonio en una situación de desamparo jurídico, desconcierto y desconocimiento, ya que su abogado y sus maridos se encontraban en una reconstrucción del secuestro de. Segundo Marey en el País Vasco. A partir de ahí, pediría la nulidad de tal declaración. La estrategia pasa igualmente por la evaporación -anulación de sus acusaciones contra Rafael Vera y Juan De Justo, ex secretario de Estado y su ex secretario, de que fueron los ordenantes de tales pagos.Sólo las mujeres pueden mantener tal acusación, ya que sus maridos, entonces presos, conocieron los hechos por referencia de ellas.
Amedo y Domínguez, según fuentes próximas a ambos, plantearán que su defensa desvincule tales pagos de la financiación de los GAL. Su abogado defenderá en Suiza que el dinero recibido por las esposas de sus clientes no guarda relación con el terrorismo -clave del embargo-, sino, en todo caso, con un delito de malversación del que son ajenos. Los ex policías mantienen la licitud de ese dinero, que justifican así: "Es una indemnización por pérdida de puesto de trabajo, situación utilizada constantemente para los miembros de la Seguridad del Estado apartados del cuerpo como consecuencia de condena judicial por torturas o hechos similares".
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