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Fuertes pérdidas de los socialdemócratas en las elecciones en tres Estados alemanes

Las elecciones de ayer en tres Estados federados alemanes (Baden-Wurtemberg, Renania-Palatinado, Schleswig-Holstein), un 20% del electorado, prácticamente una minielección federal, significan un triunfo y una reafirmación para la coalición de centro-derecha, entre democristianos (CDU / CSU) y liberales (FDP), que gobierna en Alemania, y un desastre para el primer partido de oposición, los socialdemócratas (SPD), que pierden en todas partes. Este resultado aleja, por ahora, el fantasma de la gran coalición (CDU-SPD) que flotaba sobre Bonn.

Las elecciones en tres Estados alemanes concluyeron con un importante incremento de votos de los liberales, que se mantienen y aumentan sus escaños en los tres parlamentos regionales (Landtag) de Stuttgart, Maguncia y Kiel; con fuertes pérdidas de los socialdemócratas; ligeras ganancias de la democracia cristiana y aumento del partido ecopacifista. Los Verdes, consolidados como tercera fuerza política alemana.El partido ultraderechista Los Republicanos ha cosechado de nuevo un triunfo en Baden-Wurtemberg y volverá a tener representación parlamentaria con algo más de un 9% de votos. El otro partido de ultraderecha que tenía escaños en el Landtag de Schleswig-Holstein, la Unión Popular Alemana, estuvo a punto de lograr el 5%, pero se quedó por poco sin representación.

En Baden-Wurtemberg la gran coalición CDU-SPD quedó hecha añicos. El resultado de ayer permite la formación de una coalición de centro-derecha, CDU-FDP. En Renania-Palatinado la votación apunta a una continuación de la coalición socialliberal SPD-FDP, pero los liberales adquieren un peso mucho mayor, de partido bisagra, porque podrían cambiar de pareja y optar por formar gobierno con la CDU, aunque ayer anunciaron su diposición a seguir como hasta ahora.

En Schleswig-Holstein, el SPD, que gobernaba en solitario con mayoría absoluta, perdió de forma considerable, más de un 6%, y tendrá que buscar ahora un socio de coalición, que podrían ser Los Verdes que han conseguido superar con holgura el 5% y estarán por primera vez representados en el Landtag de Kiel.

La minielección federal se saldó con un completo fracaso para el SPD y su nuevo presidente, el jefe de Gobierno del Sarre Oskar Lafontaine. El 20% del electorado alemán que ayer estaba convocado a las urnas no considera -en plena crisis económica, con crecimiento negativo y 4,3 millones de parados- que la primera fuerza de oposición tenga capacidad para resolver los problemas.El SPD ha perdido en los tres Estados entre un 4% en Baden-Wurtemberg y algo más de un 6% en Schleswig-Holstein. Deja el SPD el gobierno en Baden-Wurtemberg, pasa a depender del FDP en Renania-Palatinado y tendrá que tragarse el sapo verde en Schleswig-Holstein. Peor, imposible.

Un dato significativo ha sido el fracaso en Baden-Wurtemberg, donde el SPD hizo campaña contra la entrada de emigrantes de origen alemán procedentes de la antigua Unión Soviética y también por un aplazamiento de la unión monetaria europea. El SPD fracasó en toda la línea y, tal vez por un efecto bumerán, consiguió fortalecer a los ultraderechistas Republicanos al favorecerles con temas contra los emigrantes y antieruropeos.

El dirigente del SPD en Baden-Wurtemberg y hasta ahora ministro de Economía en el gobierno de gran coalición, Dieter Spöri, anunció ya su renuncia a volver a presentarse.Aumenta el peso del FPD

Los liberales han sido los grandes ganadores de la prueba de ayer. Tras una larga serie de fracasos en 12 estados federados, donde no consiguieron superar el 5% y se quedaron sin escaños, el FDP mejoró sus porcentajes, seguirá en los parlamentos e incluso formará gobierno en Baden-Wurtemberg. Al mismo tiempo se fortalece en Bonn, donde flotaba la amenaza de una gran coalición CDU-SPD.

Los Verdes se consolidan como tercera fuerza política en Alemania, ganan en los tres Estados y cuentan con grandes posibilidades de formar un gobierno rojiverde en Schleswig-Holstein, donde han entrado por primera vez en el Landtag.

Para la CDU, y de forma indirecta para Helmut Kohl, el resultado de ayer supone un fuerte espaldarazo. La CDU ha ganado un poco, pero esto resulta muy significativo a la vista de la dificil situación económica que atraviesa Alemania. Si con 4,3 millones de parados y crecimiento negativo, el partido que gobierna desde hace casi 14 años incrementa sus votos, Kohl puede sentirse seguro.

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