El Gobierno francés anuncia una nueva subida de impuestos por el parón de la economía
El Gobierno francés ha revisado drásticamente a la baja sus previsiones de crecimiento económico. El presupuesto para este año se elaboró contando con un crecimiento del 2,8%, pero el ministro de Finanzas, Jean Arthuis, anunció ayer que se quedará en menos de la mitad, en un 1,3%. Arthuis acompañó la mala noticia con otra peor: los impuestos deberían subir otra vez, para que la menor actividad económica no agrave el déficit presupuestario.
Alain Juppé anunció, el pasado 16 de enero, que las subidas de impuestos habían "quedado definitivamente atrás". Con la subida de dos puntos en el IVA (1 de agosto de 1995), la supresión de desgravaciones (1 de enero de 1996), la subida de la gasolina (11 de enero) y la creación de un nuevo impuesto del 0,5% sobre todos los ingresos para financiar la Seguridad Social (1 de febrero), el erario público recaudaba 100.000 millones de francos (2,5 billones de pesetas) adicionales y el primer ministro se daba por satisfecho. "Las finanzas públicas están en vías de saneamiento", afirmó. El pasado día 17 fue más allá: "La llegada de la primavera" a la economía francesa. Ayer terminó la brevísima primavera y volvieron las malas noticias: menos crecimiento, más impuestos y más desempleo.El ministro de Finanzas, Jean Arthuis, compareció ante la Comisión Nacional de Cuentas para confirmar lo que habían adelantado ya todos los institutos económicos privados. La previsión oficial de que el producto interior bruto (PIB) iba a crecer un 2,8% en 1996 quedaba en el reino de la fantasía. En realidad, el crecimiento no iba a superar este año el 1,3%. Y eso, contando con un relanzamiento de la actividad en el segundo semestre que los analistas privados consideran posible, pero no probable. En el último trimestre de 1995 se produjo una baja del 0,3% y en el primer trimestre de 1996 el crecimiento habrá permanecido, según distintas estimaciones, muy cercano a cero.
Para compensar el hecho de que la recaudación fiscal sería menor a la prevista, dada la escasa actividad económica, Arthuis anunció como inevitable una nueva subida de los impuestos y las cotizaciones sociales. El Ministerio de Finanzas había previsto recaudar el 44,1% de la riqueza generada durante el año, pero, vistas las circunstancias, el porcentaje subirá hasta el 45%. Casi un punto del PIB, lo que equivale a 1,5 billones de pesetas. Lo mismo para el año próximo, cuando la recaudación afectará al 45, 1 % de la riqueza.
Arthuis añadió que no descartaba "recortes o supresiones adicionales" en el gasto público ara que las cuentas del Estado se ajustaran a los criterios de convergencia y al compromiso e. saneamiento solemnemente adquirido por el presidente Jacques Chirac en octubre.
El aumento de la presión fiscal, por la vía de los impuestos o por las cotizaciones sociales, fue calificado de "muy mala noticia" por la Confederación Nacional de Patronos "Franceses (CNPF). "Es exactamente lo que no hay que hacer en estos momentos, cuando la inversión y el consumo permanecen bajo mínimos", dijo una portavoz de la patronal. Él vicepresidente de la CNPF y responsable de su comisión económica, Denis Kessler, había señalado la semana pasada que una nueva subida de la presión fiscal era "impensable", porque se había llegado ya "al límite, al borde de la revuelta".Los impuestos directos franceses son muy progresivos y pesan especialmente sobre las rentas medias-altas, ya que los grandes patrimonios tienen medios de escapar al fisco. Una pareja residente en un apartamento de alquiler de 65 metros cuadrados en el centro de París podría parecer muy adinerada con unos ingresos anuales brutos de un millón de francos (unos 24 millones de pesetas). Pero el impuesto sobre la renta se lleva el 40%, 400.000 francos (9,65 millones de pesetas), las cotizaciones sociales restan otros 240.000 francos (5,75 millones) y la tasa de residencia municipal supone 4.000 francos (unas 90.000 pesetas). Quedan unas 600.000 pesetas mensuales en 14 pagas, de las que 300.000 se van mensualmente al pago del alquiler. En el caso de una pareja con unos ingresos netos -deducidas ya las cotizaciones sociales- de 327.000 francos (7,8 millones), el. impuesto sobre la renta es del 22,5%.Los impuestos indirectos son altos. Fumar (408 pesetas el paquete de rubio americano), ver la televisión (16.000 pesetas de impuesto anual por aparato) y disponer de un coche medio (30.000 pesetas de impuesto de circulación, 150 el litro de gasolina super), son lujos caros.La inflación de Francia se situó en el 2% en febrero.
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