Arantxa y Clavet, en octavos de final

Ya sólo quedan dos españoles en el cuadro masculino de Roland Garros. Los dos saben que no son los primeros espadas y, sin embargo, se baten como auténticos campeones. Ayer, Pato Clavet realizó un gran partido y dejó a la representación francesa en manos de Berasategui. Clavet se impuso a Guy Forget en tres mangas y alcanzó los octavos de final de París, su mejor clasificación en un Grand Slam desde 1991 en este mismo torneo. Berasategui se enfrentará hoy a Cédric Pioline, el último francés en el cuadro masculino. Arantxa Sánchez se clasificó también para octavos con una victoria por un doble 6-0 frente a Elena Likhovtseva.El futuro de Clavet en el torneo de París es ahora mismo una incógnita. Su próximo rival, el ruso Yevgeny Kafelnikov, séptimo jugador mundial, no deja muchos resquicios a la esperanza. Y, sin embargo, el nivel de juego desplegado por el tenista madrileño da la sensación de que podría permitirle sobrevolar este difícil compromiso. "Si he ganado a Albert Costa, ¿por qué no puedo superar a Kafelnikov?", se pregunta Clavet. "Costa es uno de los mejores jugadores del mundo en tierra batida. Y aquella victoria me dio mucha confianza", asegura.

Aunque el torneo acabara en los octavos, Clavet se marcharía contento. No tiene nada que perder y, en cambio, puede ganar mucho. "No tengo ninguna presión", asegura. El ruso, en cambio, la tiene toda. Se le considera un gran jugador, pero por el momento no ha superado nunca unas semifinales del Grand Slam. "Pato puede ganar a cualquiera. Tiene un gran tenis", afirmó ayer Félix Mantilla, a quien Kafelnikov llevó de cabeza durante las casi dos horas que duró su partido.

Ayer, Arantxa dio un paso más hacia su objetivo. Fue un paso especialmente firme y la realización de una revancha. Hace dos semanas, la rusa Elena Kikhovtseva la superó en los cuartos de final del torneo de Berlín y le endonsó un 6-0 en la tercera manga. Fue una afrenta que Arantxa tenía guardada. Y esperó a Roland Garros para constatar que aquello fue sólo un accidente. "¡Claro que le tenía ganas!", confesó la española. "Ha sido un partido perfecto, me salía todo lo que intentaba. Es una de esas victorias que te elevan la moral".

Arantxa se enfrentará en octavos por undécima vez -la ha vencido siempre- a la alemana Barbara Rittner, 80ª mundial, que ayer dio la sorpresa más importante de la jornada al apear del torneo a la francesa Mary Pierce, decimosegunda cabeza de serie, por 6-4, 6-2. Pierce pagó en el fondo toda la estretegia comercial lanzada por Nike en base a su nuevo vestido. Son tonterías demasiado arriesgadas para un Grand Slam. Conchita intentará hoy clasificarse para octavos de final, frente a la estadounidense Ann Grossman, 69ª mundial, a la que ha vencido tres veces de cuatro.