Expertos en la obra de Borges reúnen sus trabajos en el libro 'Conjurados'
Editan la obra la Universidad de Alcalá y Franco M. Ricci
"Era agnóstico, y no pidió a Dios ni un minuto para completar su obra". Así recordó ayer la viuda de Borges, María Kodama, los últimos días del escitor argentino durante la presentación del anuario Conjurados en la Casa de América. La obra, editada por la Universidad de Alcalá y Franco M. Ricci, reúne las conferencias celebradas en esa misma sede entre octubre de 1995 y enero de 1996.
Numeroso s especialistas en la obra de Borges han unificado sus trabajos en un anuario que, bajo el título Conjurados, fue presentado ayer en la Casa de América de Madrid, con la presencia de la infanta Cristina, como colofón del seminario BorgesIBorges, celebrado durante el otoño.Jaime Alazraki, de la Universidad de Columbia; Ana María Barrenechea, de la Universidad de Buenos Aires; Saúl Yurkiewich, de la Sorbona; Claudio Guillén, de Harvard, o Luis Iñigo Madrigal, de la Universidad de Ginebra, son algunos de los especialistas que han participado en esta obra editada por la Universidad de Alcalá de Henares y por el promotor de la Biblioteca de Babel, Franco María Ricci, cuya revista de arte FMR se distribuye en España.
Durante el acto, presidido por la Infanta y la viuda de Borges, María Kodama, se recordó la figura del autor en todas sus facetas: "Contribuyó a afianzar la literatura en lengua española en su dimensión universal", dijo la Infanta, quien también elogió la capacidad del escritor para enfrentarse "a los problemas de la existencia y el conocimiento" y para "adentrarse en la literatura de otras naciones y tiempos".
María Kodama, que preside la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, recordó la importancia de un ciclo que ha reunido "a los mejores especialistas" del mundo. Durante su intervención, citó aspectos del pensamiento borgiano, tales como su agnosticismo, su elegante ironía y su cosmopolitismo irrenunciable.
En este sentido, Kodama destacó las muchas patrias que tuvo su marido: la Italia de Dante; la Inglaterra de su abuela materna; Ginebra, ciudad que le acogió durante la I Guerra Mundial y en la que "Borges descubrió el sentido de la palabra humanidad" y, por supuesto, Buenos Aires, presente en toda su obra. En ese listado de patrias borgianas, subrayó especialmente el papel que nuestro país jugo en su vida: "España fue siempre generosa con Borges, y él la asumió como su patria, porque su destino fue la lengua castellana".
El editor Franco María Ricci recordó que su amistad con Borges trascendió los límites de "la pura complicidad editorial", y definió al escritor como un "ser mágico, no físico, virtual".
También intervino Manuel Gala, rector de la Universidad de Alcalá, que mostró su admiración por un hombre al que calificó de "privilegiado creador de un mundo completo y propio": "Nos hemos conjurado para reconstruir ese laberinto borgiano y mantenerlo vivo", dijo. Fernando Villalonga, secretario de Estado para la Cooperación Internacional, destacó la calidad de la obra del argentino, al que definió como "el creador más singular de la literatura contemporánea".
Babelia
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