El ex ministro Majó pide que no cobren paro las personas con elevados recursos

Los socialistas parecen empeñados en ser la avanzadilla a la hora de realizar propuestas para reformar el Estado de bienestar. Si anteayer fue el ex ministro de Economía Carlos Solchaga quien consideró inevitable recortar gasto social para reducir déficit público y acceder a la moneda única, ayer fueron otros dos dirigentes socialistas, Joaquín Almunia y Joan Majó, quienes hicieron propuestas para reformar y mantener el Estado de bienestar. Majó, ex ministro de Industria, defendió la necesidad de reformas y propuso que no cobren desempleo las personas que se quedan en paro si tienen elevados recursos económicos.

"Una persona que ha cotizado y queda en paro tiene derecho a la prestación, pero si se queda parado y tiene recursos creo que no debería tener derecho", afirmó Majó en unas jornadas organizadas, por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) sobre el Reparto del trabajo y la reforma del Estado de bienestar. La propuesta de Majó es clara: el sentido del Estado de bienestar debe ser el de la solidaridad. Lo que da derecho a percibir una prestación no debe ser el hecho de haber cotizado, sino la necesidad de percibirla.Majó defendió reforzar el Estado de bienestar para conservarlo. Y para ello propuso eliminar el fraude fiscal, corregir la utilización abusiva de algunos servicios y el fraude en el "uso de las medicinas".

Impuesto personal

Por su parte, Joaquín Almunia, jefe del grupo parlamentario socialista en el Congreso, abogó por crear un impuesto personal para contribuir a financiar la Seguridad Social al margen de las cuotas. Esta propuesta es similar a la que se implantó en Francia, aunque luego tampoco ha resultado suficiente para resolver los problemas de financiación de este sistema. "Deberíamos añadir algún ingreso más a las cotizaciones creando una contribución social generalizada sobre la renta y también el capital y deberíamos implantarlo en los próximos años", dijo el ex ministro Joaquín Almunia.El portavoz parlamentario socialista cree que la Seguridad Social no tiene problemas a corto plazo pero sí a largo plazo. Para Almunia, no será posible aumentar las cuotas sociales para ayudar a financiar la Seguridad Social porque "eso perjudicaría al empleo y pondría en riesgo los ingresos", al tiempo que provocaría un incremento del paro.

Almunia defendió que se destine más dinero público para formación profesional, especialmente a parados. Añadió que con las series demográficas se pone de manifiesto un envejecimiento de la población y puede dar lugar "a problemas muy serios dentro de 50 años" en la Seguridad Social.

Otro economista, Julio Segura, consejero del Banco de España, que se definió como "parte de la gente que hemos sido toda nuestra vida de izquierdas", también lanzó propuestas en la línea de reforzar y mantener el Estado del bienestar. "El Estado de bienestar debe garantizar que nadie quede por debajo de un determinado nivel", afirmó Segura.

El economista cuestionó a renglón seguido que las medicinas o las tasas universitarias deban ser totalmente gratuitas. Segura también cuestionó si las pensiones deban subir cada año en igual proporción que el Indice de Precios al Consumo (IPC). También se interrogó por qué las pensiones tienen asegurada su subida anual con el IPC y eso no ocurre en el sector privado. Añadió que el incremento de precios que soportan los pensionistas suele ser más bajo que el IPC debido a su estructura de gasto más moderada.

El ex secretario general de Empleo, Marcos Peña, defendió durante la jornada la necesidad de una reducción del tiempo de trabajo laboral aunque puso en duda su efectividad en la reducción de la tasa de paro. Según Peña, "la gente tiene derecho a trabajar menos, pero dudo que se logre una reducción en el desempleo".

Peña se refirió a la política de empleo como un problema "político social" más que económico y añadió que "hoy por hoy no existe una verdadera política de empleo". El ex secretario de Empleo cree que más que una crisis de traba o lo que está sucediendo es un cambio en la manera de trabajar.