Alcázar persigue la titularidad de tres sociedades en un paraíso fiscal
Inmobiliaria Alcázar investiga la relación entre tres sociedades de Jersey y su ex presidente Juan Piguillem García, destituido en el consejo de administración del pasado 29 de mayo. Las tres sociedades: Greenwine, Brokstream y Monrivia están siendo investigadas por Arthur Andersen en ese paraíso fiscal, a iniciativa del nuevo consejo de la inmobiliaria, en el que Caja de Baleares, Sa Nostra, controla un 24,99% del capital.
El terremoto causado por el cese de Piguillem y la no aprobación de las cuentas llevó a la nueva presidencia a encargar una revisión de los balances de Alcázar, a cargo de Peat Marwick, en el que "a pesar de las fuertes pérdidas por la gestión no se ha detectado una desviación patrimonial importante", señalan fuentes de la empresa.Los nuevos gestores sospechan que Piguillem, pudiera tener relación con estas tres sociedades pantalla de Jersey (Islas del Canal, Reino Unido). Estas empresas aparecieron entre los accionistas beneficiados por un precio de suscripción favorecido en unos intercambios accionariales con el grupo Moll. Gracias a este acuerdo, Alcázar se quedó Royaltur por 2.400 millones de pesetas.
600 millones de beneficio
Uno de los pasos de la operación de compra-venta consistió en primar el precio de las acciones de General de Estudios e Inversiones (Geinsa), en una oferta pública de adquisición de acciones (OPA). Los títulos de 500 pesetas de nominal se pagaron a 3.050 pesetas. Al colarse entre los privilegiados, las sociedades pantalla obtuvieron unos 600 millones de beneficios.Inmobiliaria Alcázar, como administradora única de Geinsa, retiró Igualmente las cuentas de esta sociedad, al aparecer "dudas razonables" sobre lo adecuado de la gestión anterior.
Con la toma del poder, los nuevos directivos de Alcázar -ejecutivos de Sa Nostra- han comenzado un proceso urgente de reducción de gastos, recuperación de activos y disminución de la infraestructura de Alcázar y sustitución de directivos. Sa Nostra llegó a su actual posición en Alcázar tras haberle permitido cancelar un crédito hipotecario, sobre un ruinoso proyecto de cementerio privado en Palma, llamado Bon Sosec. Este proyecto presentó suspensión de pagos con deudas superiores a 9.000 millones.
Créditos y contrapartidas
En el verano de 1993 -cuando Piguillem dirigía Alcázar- la inmobiliaria asumió las fincas que garantizaban dos créditos hipotecarios de 850 millones cada uno, uno de Sa Nostra y otro de Banca March. Las dos entidades financiaron a Piguillem con 200 millones cada una para atender el impacto negativo en la tesorería de Alcázar.En contrapartida, Alcázar. obtuvo una importante comisión por reducir la deuda de la caja y al banco en el megaproyecto del alcalde popular de Palma, Joan Fageda, uno de los principales acreedores de Bon Sosec, al que los bancos perdonaron créditos y avales por más de 700 millones de pesetas.
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