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Los 20 obreros españoles repatriados culpan al Inem por haber sido estafados

Viajaron a Alemania con la ilusión de mejorar sus vidas y regresaron escaldados. El grupo de 20. trabajadores españoles de la construcción que el pasado lunes fueron repatriados desde la capital alemana, Berlín, culpa al Inem de haber permitido que sean las víctimas de una gran estafa. El proyecto Eures del Inem, por su parte, asegura que anuló la operación de viajar a Berlín el 31 de julio mediante un fax enviado a la empresa alemana, por no tener suficiente información sobre la existencia de la compañía contratadora.

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Ramón Izar, el responsable del proyecto Eures del Instituto Nacional de Empleo (Inem) -que actúa de intermediario entre empresas extranjeras y trabajadores españoles-, aseguró ayer que se anuló a tiempo la operación de envío de trabajadores españoles a la empresa alemana Unisys en Berlín. Esta cancelación fue tramitada, según el Ministerio de Trabajo, mediante un fax a la empresa alemana del pasado 31 de julio y comunicada a los trabajadores. La anulación se basaba en que la propia Cámara de Comercio de Alemania no tenía evidencia de la existencia de dicha compañía. Sin embargo, y siempre según Trabajo, el Inem propuso a la empresa alemana presentar pruebas de su existencia a la funcionaria del Instituto Encarna Avenojar, que ayer no pudo ser localizada.El portavoz de los trabajadores afectados, José Goméz-Hidalgo, confirmó ayer la existencia de la primera anulación, y admitió incluso que canceló sus planes de viaje. Sin embargo, aseguró que a los dos días, el 2 de agosto, "una tal Encarna, del Inem provincial", informó a los obreros, por teléfono, que sí podían viajar hacia Berlín, donde al llegar firmarían el contrato con Unisys.

Dicha compañía, que anteriormente se llamaba Bausatz Bau GbR, había prometido a los obreros españoles un sueldo neto de 200.000 pesetas, así como transporte libre y alojamiento gratuito. El intérprete de la empresa, Sebastián González -actualmente en paradero desconocido-, viajó como representante de Unisys, según afirma el Ministerio de Trabajo, a principios de julio a Madrid para formalizar las condiciones de los contratos con el Inem.

Tras recibir el 2 de agosto la llamada afirmativa del Inem, el primer grupo de obreros viajó a Berlín donde se firmaron, como estaba previsto, los contratos. Éstos, redactados en alemán -con varias faltas ortográficas- estipulaban que la semana laboral sería de entre 40 y 60 horas y, que el sueldo sería de un máximo de 2.000 marcos brutos (unas 172.000 pesetas). No hay, sin embargo, ninguna constancia de alojamiento ni transporte hasta Berlín gratuitos.

La realidad encontrada por los españoles fue distinta de la esperada. Tuvieron que pagar de sus propios bolsillos el viaje en tren hasta Berlín, donde fueron alojados en hoteles que pagaron también ellos. Tan sólo ocho obreros consiguieron trabajar en la obra designada por la empresa. El día laboral empezaba, según los trabajadores, a las siete de la mañana y duraba "hasta las ocho o nueve de la noche". Así subsistieron durante dos semanas, durante las cuales aseguran no haber, recibido ni un sólo marco de sueldo. Los afectados afirman haber tenido gastos de unas 150.000 pesetas entre el viaje y la estancia en Berlín.

Después de esperar en vano las pagas prometidas del viaje, del alojamiento y del sueldo, los trabajadores se dirigieron al consulado español en Berlín. Allí les prestaron 300 marcos (25.000 pesetas) para poder subsistir hasta la repatriación a España, efectuada el pasado lunes en vuelo de Iberia.

"Las calamidades y el hambre ya los hemos pasado, pero lo peor ha sido la vuelta a España" afirmó José Gomez-Hidalgo después de la reunión que el grupo mantuvo ayer con Ramón Izar. Según el portavoz de los afectados, el responable del proyecto Euros les dijo tan sólo que dejen "pasar el tiempo y que la vida sigue". Tanto Ramón Izar como el secretario general de Empleo, Manuel Pimentel, eximieron ayer de responsabilidad en este caso al Inem. Sin embargo, el Instituto tiene el "ánimo" de ayudar a los trabajadores una vez investigados los hechos ocurridos. En ese sentido, se analizará la posibilidad de habilitar ayudas para hacer frente al pago de las 150.000 pesetas, que les costó el viaje y la estancia en Berlín.

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