Poco eco y "casi cero de chance" en Buenos Aires

El apagón de cinco minutos con que los bonaerenses protestaron ayer contra la política económica de Carlos Menem oscureció también el eco de la petición de Garzón en Argentina. Según un ex ministro peronista consultado ayer por este diario, la rogatoria del magistrado tiene "casi cero de chance", es decir, ninguna posibilidad de prosperar. "Argentina difícilmente aceptará que a esto se le haga caso; se invocará el principio de territorialidad y se sostendrá la competencia de los tribunales argentinos", añadió.

Por su parte, una fuente de la Casa Rosada afirmó que la acción del juez Garzón "es de compleja colocación jurídica". "Aquí el tema de juicio a los militares ya está sepultado. La legislación del país sobre el tema ya ha sido definida con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final".

"Es un tema totalmente ajeno a ni¡ competencia". Con estas palabras el teniente general Martín Balza, jefe del Estado Mayor del Ejército argentino, esquivaba ayer las preguntas de la prensa sobre la petición de Garzón. "Si no opino sobre temas de nuestra justicia, menos voy a opinar de la justicia de un país amigo", zanjó Balza.

Tampoco la prensa tenía previsto ayer dar excesivo espacio a la noticia. En la mayoría de las redacciones porteñas la rogatoria de Garzón era desconocida. "Estamos más preocupados con el apagón de esta noche", afirmaron periodistas de un importante semanario bonaerense.

En la lista de Garzón figuran militares que han recuperado poder,político en los últimos años. Este es el caso del general Domingo Bussi, actualmente gobernador de la provincia de Tucumán y uno de los pilares de la política económica del presidente Carlos Menem. Tan sólo uno de los requeridos por Garzón, el almirante Emilio Massera, declaró ayer que ve "muy difícil" que Videla, él mismo y los demás militares se desplacen a España para comparecer ante el juez.

Otro de los pocos que habló del asunto fue Juan Aberg Cobo, defensor del teniente Alfredo Astiz, conocido entre las víctimas de la tortura como El Ángel Rubio. Aberg atribuyó la petición de Garzón a "un plan de acción de la izquierda para continuar con sus revanchismos, odios y venganzas para evitar la pacificación argentina".

En el otro extremo, una de las principales representantes de la Asociación de las Madres de la Plaza de Mayo, Juana de Pargament, declaró a EL PAÍS que les parece "muy bien" la actitud del juez Garzón. "No sólo España, los otros 26 países con desaparecidos en Argentina deberían procesar a los militares. Si cada nación en el mundo hiciera un proceso a estos criminales, impedirían que salieran de aquí. Así estarían arrinconados en Argentina", dijo Pargament.