Simitis revalida la mayoría socialista en Grecia

Los socialistas griegos ganaron ayer las primeras elecciones celebradas en Grecia tras la era de Andreas Papandreu. Con el 71% de los votos escrutados, el PASOK obtenía el 41,6% de los sufragios y 163 diputados de los 300 que componen el Parlamento de Atenas. El primer ministro, Costas Simitis, sale reforzado así de su primera prueba ante las urnas para poder aplicar su programa de austeridad económica y de firme compromiso con Europa. El principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, cae derrotado con un 38,6% de los votos -un porcentaje similar al obtenido en 1993, pero que sólo le permite lograr 107 escaños en la Cámara griega-, y su candidato, Miltíades Evert, presentó la dimisión.

Anoche parecía claro, con más de dos tercios de los votos escrutado, que los partidos menores conseguirían entrar en el Parlamento, con la única excepción del partido nacionalista de derechas Primavera Política. La ley electoral griega exige superar el listón del 3% de los sufragios para tener representación en la Cámara.La victoria del PASOK, que anoche era celebrada con petardos y bocinazos por sus seguidores en las calles de Atenas, garantizan un periodo de estabilidad política y ortodoxia económica en Grecia, en el que el país tratará de hacer un esfuerzo para acceder en los plazos previstos a la Unión Monetaria Europea. El propio Simitis podrá formar. un Gobierno a su gusto, sin tener que buscar el equilibrio entre las distintas corrientes del partido socialista. Este triunfo supone también el principio del fin del modelo de democracia populista que ha dominado en Grecia desde la caída de la Dictadura de los Coroneles, en 1974.

También parece claro que nadie en el PASOK va a poder reprochar a Simitis que hubiese anticipado los comicios, previstos en principio para octubre de 1997, pese -a haber perdido, previsiblemente, parte del apoyo electoral del que disfrutaba el partido desde hace tres años (46,8% de votos y 170 escaños).

El primer dirigente de¡ PASOK en cantar victoria fue el ministro de Medio Ambiente, Costas Laliotis, que anunció que el triunfo era "indudable" y que, según los datos en su poder, el PASOK mantenía una ventaja de al menos el 3% en todas las circunscripciones. El primer ministro apareció ante sus partidarios con un aspecto exultante para proclamar la "gran victoria" del PASOK en las elecciones. Una victoria que Simitis tomará como un aval para in tentar modernizar el país, porque, según afirmó, "los griegos quieren tomar una nueva dirección".

La venta a del 3% entre el PAjSOK y Nueva Democracia evitará que el nuevo Gobierno nazca con fecha de caducidad. Por lo demás, la elección del presiden te de la República, prevista para dentro de dos años y medio, exigirá el respaldo de los dos tercios del Parlamento. La holgada mayoría lograda por el PASOK y los votos de los diputados que sumen los pequeños partidos de izquierda facilitarán el consenso.

El voto militante de los comunistas ha mantenido los resultados del KKE, con un 5,4% de los votos, lo que les reportaría 11 diputados. La Coalición de Izquierda (Synaspismos) obtendría el 4,9% (10 escaños) y el Movimiento Social Democrático (DIKKI) del ex ninistro socialista Dimitris Tsovolas, que aglutinó a los nostálgicos del nacionalismo y el populismo de Papandreu, alcanzaría el 4,3% (9 diputados). Más comprometido era el futuro del partido nacionalista de derechas Prímavera Política, que con el 2,9% de los votos parecía quedar fuera del Parlamento.

Aumenta la abstención

La abstención ha subido ligeramente -del 20% en 1993, al 25% de ayer-, reflejando el desafecto de algunos sectores de población hacia los partidos tradicionales.. En Grecia, el voto es obligatorio entre los 18 y los 70 años, y se debe justificar en comisaría que no se va a votar si no se quieren arrostrar sanciones.Las votaciones transcurrieron con absoluta normalidad, con la policía custodiando por primera vez los colegios electorales, función que hasta ahora desempeñaba el Ejército. También por primera vez no se aplicó la ley seca, ni ayer ni en la jornada de reflexión del sábado.

La siempre polémica Dimitra Liani, viuda de Papandreu, votó por la mañana en Eleusis, a unos 30 kilómetros de Atenas. Vestida de luto pero muy escotada, Dimitra dijo al depositar su papeleta: "Éste es el voto de Andreas". La ex azafata se negó a responder al hijo del viejo león del socialismo griego, Nikos Papandreu, que días atrás la había acusado de ser "un buitre hambriento de poder, que arruinó la carrera política" de su padre.