El simio fósil "Jordi": ¿eslabón perdido o callejón sin salida
Debate sobre la evolución de los primates del Museo museo de Ia Ciencia de la Fundación La Caixa de Barcelona
¿Es Jordi; el driopiteco -simio del mioceno- de hace 9,5 millones de años hallado en Sabadell un eslabón en la evolución hacia los grandes monos actuales y el hombre, o un callejón sin salida evolutivo que se extinguió sin más? La controversia sobre el papel que han podido jugar en el árbol genealógico de los primates Jordi y su familia, los otros diferentes tipos de simios del mioceno que se encuentran en distintos yacimientos de Europa y Asia, ha sido uno de los puntos más interesantes de las jornadas Sobre la evolución de los homínidos que concluyeron ayer en el Museo de la Ciencía de la Fundación La Caixa en Barcelona.Las jornadas, organizadas por el museo en colaboración con el Instituto Miquel Crusafont de Sabadell, han estado llenas de momentos emocionantes como la presentación de un cráneo muy completo de ankarapiteco meteai, descubierto el año pasado.
Y estimulante sugerencias, como la de que quizá el joven australopiteco que dejó, sus huellas en Laetoli hace casi cuatro millones de años sobre las de su compañero, estaba jugando. O la de que posiblemente los australopitecos se hacían nidos en los árboles, como los gorilas.
En cuanto al espinoso asunto de los simios del mioceno, David Pilbeam, que ha axcavado el mismos en Pakistán depósitos de otros antiguos hominoideos primos de los driopitecos de Sabadell, los sivapitecos, ha hecho de abogador del diablo en las jornadas y ha apuntado que quizá todos esos fósiles no tengan nada que ver con la evolución de los monos antropoides actuales y del hombre, "Esta no es razón para que no nos interesen", añadió, "son animales fascinantes, por sí mismos, pero quizá no hay nada de ellos hoy en día". Para Pilbeam, no tenemos todavía entre los antiguos simios ningún buen candidato a ancestro, ningún eslabón perdido, que vincule con la línea evolutiva que conduce, a los homínidos y al hombre, por una parte, y a los grandes monos antropomorfos actuales.
En la línea de argumentación contraria, Meike Kohler y Salvador Moya, directores de las excavaciones en Can Llobateres (Sabadell) que han arrojado los restos de Jordi, sostienen que los driopitecos pertenecen, por evidencias morfológicas, al grupo de los grandes antropoides vivientes, y los relacionan concretamente con el orangután.
Moyà estima que los simios fósiles del mioceno encontrados en Europa y Asia ofrecen un buen ejemplo de cómo pudo ser el animal que, en África, evolucionó hacia el chimpancé y el gorila, y los homínidos.
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