Los restaurantes chinos pierden un 40% de su clientela por los escándalos alimentarios
Corren malos tiempos para los empresarios chinos. La cifra de clientes se ha reducido un 40% y, cerca de un centenar de locales -un 20% de todos los registrados en la región- está a punto de cerrar. Ante esta crisis, originada, por los escándalos que han salpicado en los últimos meses la distribución de productos orientales, diferentes asociaciones de empresarios chinos han decidido abandonar su tradicional reserva y salir en defensa de sus negocios. Niegan cualquier incumplimiento de la legislación higiénico-sanitaria y aseguran que compran sus productos en los mismos mercados que el resto de restaurantes.El detonante de la crisis fue. el descubrimiento, a principios de octubre pasado, de alimentos caducados en un almacén de la empresa Iberochina, considerada uno de los principales importadores de productos orientales.
La empresa, según la policía, distribuía a 200 establecimientos. Dos de sus responsables fueron encarcelados, aunque posterior mente quedaron en libertad. La empresa ha negado que los alimentos en mal estado estuviesen destinados a la venta, una defensa que apoyan gerentes propietarios de restaurantes.
Mercados españoles
Es una exageración. Allí no había más de 15 latas en mal estado. Nosotros no compramos productos caducados. Es más, el 95% de los alimentos que utilizamos son españoles, cómo los de cualquier restaurante. Vamos cada tres días al mercado y los compramos. El resto son salsas y especias que adquirimos en establecimientos que pasan todos los controles", afirma el dueño de un restaurante.La pérdida de respetabilidad y la atribución de oscuras vinculaciones con el mundo de las maflas orientales, se ha convertido en otro de los quebraderos de cabeza de la comunidad empresarial china, que da trabajo a unas 4.000 personas en la región.
"Durante mucho tiempo se nos ha criminalizado, y nosotros, por miedo, por falta de conocimiento del idioma, hemos callado. Y, claro, a cada golpe hemos perdido prestigio. Ahora, con este último caso, ya están a. punto de tumbarnos y hemos decidido salir a defendemos. No tenemos el dinero de las grandes empresas, que pueden defenderse con campañas de imagen, pero somos limpios y honorables. Somos una, comunidad que trabaja, no mendiga ni roba", señaló el presidente de la Asociación de Empresarios Chinos en España, Xiao Geng Chen.
Según Chen, el número de trabajadores ilegales en los locales chinos también ha descendido. "Nosotros, cuando damos trabajo, también damos alojamiento y comida. Muchos de los empleados son- familiares nuestros de Zejiang, la región de donde casi todos procedemos. Por eso, cuando llega un compatriota de China, es gente cercana, no podemos dejarle en la calle sin comida ni techo. De todos modos, cada día vienen menos".
El Grupo de Empresarios de Restaurantes Chinos en Madrid, incidió ayer en los mismos argumentos. Y no sin humor. "Somos contribuyentes y venimos a España porque es un país libre y democrático que nos encanta. Venimos... y trabajamos como chinos", dijo. su portavoz, Jorge Chen. Los proveedores españoles señalaron que el volumen de negocio con sus clientes chinos ha descendido en el último mes un 70%.
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