Los ex comunistas serbios anuncian su triunfo electoral
El Partido Socialista serbio gobernante (SPS, ex comunista) proclamó ayer su victoria en Belgrado y otras ciudades en la tercera vuelta de los comicios municipales, que a juicio de la oposición, que los boicoteó, ha sido "la consumación del fraude electoral". De nuevo miles de personas se echaron a la calle en la capital serbia, en la décima jornada de manifestaciones, para pedir la dimisión del presidente Slobodan Milosevic. La sede de la televisión fue apedreada.Los ex comunistas han anunciado que su partido ha "invertido" los resultados que proclamó la coalición opositora Unidos. En Belgrado, los adversarios de Milosevic obtuvieron 60 de los 100 escaños municipales. Tras la tercera vuelta de ayer, impuesta por el Tribunal Supremo para solventar unas supuestas irregularidades de la segunda nunca explicadas, el SPS controla 70 escaños. El partido de Milosevic ha obtenido resultados similares en Nis, otra ciudad clave que le había sido arrebatada.
La protesta de ayer congregó a decenas de miles de personas en las calles de la capital, cuyos acontecimientos son virtualmente ignorados en otras partes de Serbia debido al control de los medios de comunicación, sobre todo electrónicos, ejercido por el Gobierno. Vuk Draskovic, uno de los líderes opositores, ha señalado: "El objetivo de nuestra rebelión es la dimisión de Milosevic. Estados Unidos ha advertido "muy duramente" sobre sus manejos electorales al líder serbio, que intenta mejorar sus relaciones con Occidente proyectándose como el pacificador de la guerra que él mismo desató.
En Bosnia, el general Ratko Mladic finalmente ha capitulado a las presiones internacionales y de su propio bando y dimitió ayer formalmente como jefe del Ejército serbobosnio, junto con su Estado mayor. La presidenta Biljana Plavsic asistió en Pale a una gélida ceremonia en la que el número dos de Mladic, Manojlo Milovanovic, entregó el mando al general Pero Colic, apoyado por el partido gobernante.
Mladic, buscado como criminal de guerra por el Tribunal de La Haya junto con el ex presidente Radovan Karadzic, mandó durante cuatro años y medio la máquina militar de los separatistas serbios, que asedió inmisericordemente poblaciones civiles y se entregó a matanzas artilleras masivas. En uno de los episodios finales y más atroces de la guerra de Bosnia, en julio de 1995, Mladic dirigió la toma del enclave musulmán de Srebrenica y la posterior ejecución de miles de hombres indefensos.
El Parlamento serbobosnio refrendó el pasado miércoles por 55 votos a favor y 7 abstenciones la destitución de MIadic y sus hombres de confianza. La presidenta Plavsic, alter ego de Karadzic, ya lo había decretado anteriormente, pero los generales serbios se negaron a acatar la decisión.
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