Sordo y cinéfilo

Soy sordo y cinéfilo. Una mala combinación. La cinefilía me creció dentro cuando aún oía. Después, la enfermedad pudo conmigo y ya no oiré nunca más Johnny Guitar o El tercer hombre, aunque vea las películas con subtítulos. Lo que se puede se puede y lo que no, no, ¡qué se le va a hacer!Pero tampoco hay que resignarse. Me refugio en las películas subtituladas. Muy pocas. En la tele, Canal + (de pago, ¿no habrán pensado tan excelentes profesionales en rebajamos la cuota a los sordos?) y la maravillosa La 2, con su Filmoteca TV y sus ciclos, que se pueden grabar en vídeo y verlos en sesión de mañana, tarde o noche.

Pero... Ya llevamos unos meses en los que no paran de repetir. Resulta agobiante, y entre las repes, el ciclo de cine iberoamericano y el ciclo de cine español; la fuente no es que se haya secado, pero da un chorrito que no basta para tanta sed.

Les he escrito. Ni caso. Tampoco sé a quién dirigirme en concreto. Ni en las autonómicas. Que las privadas vayan a lo suyo, vale. Es discutible, pero vale. Que las autonómicas (la mía es Canal Sur) no programen ni una mísera película en versión original dice mucho de sus criterios cinéfilos y de su apoyo a los que no oímos.

También pienso que se podría mejorar mucho la información en los letreros de los acontecimientos deportivos, aunque eso está medianamente bien, y especialmente en los titulares de los telediarios, que suelen ser de lo más abstracto, mero apoyo de la palabra hablada, en vez de concretar sobre el sentido de los hechos, cosa que nos serviría a unos cuantos, sor-

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dos y no sordos, para tener la referencia de lo ocurrido hasta poder "desmenuzarlo" en la prensa. Pero no quiero alargarme.-