Pujol lamenta que se haya "reinstalado la crispación"

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, dejó ayer muy claro que el Gobierno no podrá contar con él para maniobras de hostigamiento al PSOE, como las recientes acusaciones de una supuesta amnistía fiscal concedida, según el PP, por el último Ejecutivo socialista. Pujol marcó sus distancias con respecto a los dos principales partidos, lamentó que este episodio haya contribuido a "reinstalar la crispación", y describió diáfanamente su postura: "Ésta no es nuestra batalla".El líder nacionalista catalán hizo estas manifestaciones en presencia del fundador del PP y presidente de la Xunta de Galícia, Manuel Fraga, con quien almorzó ayer en Santiago de Compostela para hablar de "temas de fondo sobre el sistema autonómico". Pujol se afanó por sacudirse las constantes preguntas de los periodistas sobre la supuesta condonación de las deudas con Hacienda de 600 contribuyentes y subrayó que CiU se va a mantener "al margen" de esa clase de enfrentamientos entre Gobierno y oposición. "Cualquier hoguera en este terreno no nos quemará a nosotros", advirtió el presidente catalán. CiU, explicó Pujol, hará "todo lo posible" por "no alimentar esa crispación que se ha reinstalado últimamente". "Siempre hemos defendido el diálogo, y que además este diálogo se haga de la forma más comedida posible", reiteró.

[Horas antes, en Madrid, Pujol había pedido "calma y tranquilidad". "Tanto el PP como el PSOE", dijo, "ya son mayorcitos y saben lo que tienen que hacer No es nuestra batalla y no queremos entrar. Simplemente recomendamos que no se siga por ese ,camino.]

Se mostró esquivo el líder catalán al ser preguntado sobre la mención explícita que hizo Felipe González a La Caixa como uno de los presuntos deudores con el fisco. "Yo no conozco los nombres de los supuestos beneficiarios de algún excesivo retraso por parte de Hacienda", comentó. "Si el señor González citó a La Caixa, habrá que preguntarle a él por qué lo hizo". Tampoco quiso precisar su postura sobre la propuesta socialista de hacer públicas las identidades de los 600 contribuyentes hipotéticamente beneficiados por el anterior Gobierno.

En cambio, Pujol sí rechazó abiertamente una posible reforma del sistema autonómico en la línea sugerida por el propio González, partidario de suprimir la potestad que tendrán a partir de ahora las autonomías para variar dentro de su territorio el tipo del impuesto sobre la renta. El nuevo modelo de financiación, según Pujol, ya ha sido debatido y aprobado en las "instancias correspondientes" -es decir, el Consejo de Política Fiscal yfinanciera y las Cortes-, y por tanto "no debe ponerse de nuevo a discusión".

Pujol reiteró que hasta ahora el acuerdo entre PP y CiU "ha funcionado razonablemente bien", a pesar de algunos "altibajos" y de que en los primeros ocho meses de legislatura sólo se haya podido cumplir "una pequena parte" del programa. El presidente catalán destacó que su apoyo al Gobierno beneficia "al conjunto del país".