Lecciones para el primer aplauso
Alumnos del Conservatorio de Danza se presentan como un grupo profesional
Objetivo: que los incipientes bailarines sepan qué es un escenario, cómo son los nervios que preceden a un estreno, las broncas que se pueden llegar a tener con el coreógrafo y, lo más importante, cómo suena el aplauso del público. O una bronca. Con estas miras existe desde hace cinco años el Taller de Coreografía del Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid, con el ex bailarín Juan Carlos Santamaría al frente. En estas clases, los alumnos, que tienen de 9 a 17 años, funcionan casi con la misma disciplina de las compañías profesionales. Se podría decir que son los miembros de la agrupación de baile más joven de todas. Su trabajo consiste en aprender piezas que luego deberán bailar delante de un montón de espectadores.Los resultados de su trabajo se presentan al público estos días en un teatro de la ciudad, con un espectáculo que consta de un número clásico, El sueño de Tina, obra del propio Santamaría, y otro de aires más españoles, Homenaje a Madrid, con coreografía de Mariemma.
Ensayo general
El pasado martes, los alumnos estaban convocados para el ensayo general. Por los pasillos de los camerinos andaban envueltos en nervios Álvaro, Olaf y Carlos, alumnos del primer y segundo curso. A sus 10 años ya han tenido que pasar la primera audición para poder salir al escenario vestidos de chulapos y marcarse un chotis agarrados con mucho garbo a la pareja. Con vehemencia, aseguraron que piensan ser bailarines "aún mejores que Joaquín Cortés".
Santamaría, que se unió al Conservatorio tras su paso por el Ballet Nacional Clásico, describió así este taller: "Es como una compañía de danza dentro del Conservatorio. Se trata de demostrar el trabajo que se hace a diario, que los niños sepan qué profesión han escogido, maquillarse o conocer las luces. Y darse a conocer; aquí hay gente muy buena".
Mariemma, autora de una de las coreografías y maestra durante muchos años en este centro, apuntó: "Les da práctica, que necesitan mucha, pero también hay una pega: el que tiene aquí el papel de primer bailarín, sale del Conservatorio y es el último cuando entra en una compañía profesional. En las grandes formaciones hay que luchar mucho para llegar alto". Para ella, lo más divertido al trabajar con gente tan joven es ver las posibilidades que tienen.
También forma parte del taller Antonio Carmena, que va camino de convertirse en una auténtica estrella. El pasado martes se presentó en la función recién llegado de Suiza y con el primer premio del Grand Prix de Lausanne en la mano: un jurado internacional le ha nombrado mejor bailarín joven del mundo. Sale a escena interpretando a un león, uno de los animales que aparecen por El sueño de Tina.
Las funciones de este taller también se presentan en campaña escolar para que los más pequeños se aficionen a este arte. Lo siguiente es constituirse en compañía de danza. Pero de verdad.
El sueño de Tina y Homenaje a Madrid, en el teatro de la ONCE (paseo de La Habana, 208; metro Duque de Pastrana). El día 7, a las 20.00. Días 8 y 9, a las 12.00 y 18.00. Precio: 1.000 pesetas.
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