Acusación improbable

Parece duro a estas alturas que la acusación de amnistía encubierta o favorecer a sus amiguetes ha resultado cuando menos improbada. La verdad es que resulta disparatado creer que han sido tantos los amiguetes del PSOE con actas de la inspección de Hacienda que los políticos responsables hayan sido capaces de discriminarlos de otros que los supongo afectados y no favorecidos por no ser amiguetes, y que, por último, esa discriminación intencionada no se hubiera hecho con antelación a iniciar cada inspección.Queda en pie, aunque tambaleándose, la acusación de negligencia. Porque es fácil entender que una acusación de ese estilo se le puede hacer a cualquier Gobierno, ya que el fraude fiscal no se podrá atajar nunca de forma total y definitiva. Es decir, ¿hasta qué punto el fraude que se produzca durante el Gobierno del PP será achacable a negligencia intencionada o no? ¿Se podrá acusar al PP de favorecer a sus amigos en las cantidades en que se calcule dicho fraude?

Yo creo que debe imponerse el sentido común y manifestar que una cosa es que, las deficiencias del sistema de una y otra índole tengan como consecuencia la pérdida de importantes ingresos para el fisco y otra muy distinta que intencionadamente se paralicen nada menos que 4.000 expedientes de presuntos amiguetes-