Cuba llama "chantajista" a Matutes
Las maltrechas relaciones hispano-cubanas han vuelto a hacer metástasis. La espoleta que pisó el martes el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, por sus declaraciones sobre el incidente sufrido en Cuba por un turista español retenido tras protagonizar un accidente de tráfico, provocaron ayer una dura respuesta del Gobierno cubano, cuyo ministro de Exteriores, Roberto Robaina, llamó a Matutes "mentiroso, chantajista e injerencista".
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Roberto Robaina respondió ayer a Matutes haciendo sonar los tambo res de guerra. "Lamentablemente, en adelante, en lugar de decirle excelentísimo canciller, las circunstancias me obligan a calificarle como lo que ha de mostrado ser: mentiroso, chantajista e injerencista".En Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, declaró anoche que no va a "enzarzarse en una guerra de insultos personales", como respuesta a los calificativos. que le dispensó su homólogo cubano. El portavoz del ministerio añadió: "Mal tienen que estar las cosas en Cuba cuando recurren a ese lenguaje y a esos procedimientos". El portavoz recordó que el lenguaje de la diplomacia cubana no es nuevo. En 1990 también insultaron al presidente del Congreso, Félix Pons, llamándole "tipejo fascistoide" y al ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordoñez.
Escándalo
Ayer, Robaina, nada más presentarse ante medio centenar de periodistas extranjeros, en el Centro Internacional de Prensa de La Habana, aclaró que todo su arsenal iba dirigido contra Abel Matutes y nadie más. Robaina desglosó las declaraciones de Matutes el martes en los Des ayunos de Radio Nacional, y las fue rebatiendo una tras otra, para concluir que "armar un es cándalo de prensa en torno a un accidente de circulación y con vertirlo en un problema de carácter político no puede ser interpretado de otra forma que como un intento de perjudicar la imagen de Cuba como destino de miles de turistas españoles y europeos y ponerse de nuevo al lado de los peores enemigos de Cuba".Robaina precisó que el accidente de tráfico del turista Jesús Martín Pérez no fue en febrero, sino el 1 de marzo; que no fue un pequeño roce, sino un choque en el que resultó herida una mujer que tuvo lesiones, y graves, pues tiene problemas en las cervicales; que Martín Jerónimo nunca estuvo en prisión, y que el Ministerio español de Asuntos Exteriores no hizo nada por Martín hasta ocho horas después de hablar Matutes en la radio. El canciller cubano añadió que si el Ministerío de Asuntos Exteriores de España no admite bromas, el de Cuba lo que no admite son "mentiras, presiones y chantajes"."Qué es lo que busca con esta artimaña el señor Matutes?", se preguntó Robaina. La respuesta fue una verdadero toro embolado para el ministro español: "Será poner una vez más en una situación tensa nuestras relaciones, entrar en un nuevo conflicto diplomático, premeditado y orquestado.... o será, como han dicho algunos medios de prensa españoles, querer interferir en detrimento del turismo cubano, por sus intereses personales en otros mercados".
Robaina dijo que se remitía solamente a lo que se ha publicado en la prensa española, y que él no aseguraba nada. "Si van a acusar a alguien de calumnia, tendrá que ser a la prensa española", dijo el ministro cubano, que se refirió, de paso, a las declaraciones de altos ejecutivos de la cadena Tryp, que administra varios hoteles en Cuba, sobre supuestos intereses empresariales de Abel Matutes en Santo Domingo, donde posee vanos hoteles. Robaina, además de criticar a Matutes por el incidente, señaló que era una equivocación abismal pensar que Cuba estaba "apurada" por que España nombre un nuevo embajador en la isla. "El desespero no es de nosotros. Habría que ver de quién es el desespero por designar un nuevo embajador español, y habría que ver además quienes son los más perjudicados por la falta de designación de un nuevo embajador", añadió.
Afirmó que la decisión de retirar el placet a José Coderch no fue improvisada, y que Cuba no se arrepiente de ello, como tampoco lo haría de la respuesta que él estaba dando en ese preciso momento.
El cónsul español en La Habana, Eduardo Cerro, informó ayer que Jesús Martín Jerónimo ha sido autorizado por la policía a salir de inmediato de la isla con una fianza de 500 dólares (unas 70.000 pesetas). Cerro comentó que acompañó a Martín a las dependencias policiales, y que el consulado le prestó el dinero necesario para la fianza.
El turista declaró a El PAÍS que agradece al ministro español sus gestiones, aunque lamenta el incidente diplomático que se ha generado. "Mi intención sólo era salir cuanto antes de la isla", añadió. Martín agregó que piensa regresar a Madrid el domingo.
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