Clinton y Netanyahu se reúnen hoy en la Casa Blanca con puntos de vista muy distantes
Benjamín Netanyahu volaba ayer hacia Estados Unidos con el regalo propagandístico para sus posiciones que supuso la amplia difusión otorgada por los medios de comunicación estadounidenses a la encuesta según la cual la mitad de los palestinos aprueba los atentados suicidas contra los israelíes. Netanyahu insistirá hoy al entrevistarse en la Casa Blanca con BUI Clinton y Madeleine Albright en que, antes de dar cualquier paso para la reanudación del proceso de paz, Arafat debe meter en cintura tanto a los terroristas islámicos como a los manifestantes populares de Cisjordania y Gaza. Los israelíes amalgaman ambos fenómenos.
Clinton le pedirá al primer ministro israelí que congele la construcción de nuevas viviendas para judíos en Jerusalén oriental y la ampliación de las colonias ya existentes en Cisjordania y Gaza. Pero Netanyahu ha insistido antes de viajar a EE UU en que no le hará, esa concesión al presidente estadounidense. En esas circunstancias, el gran interrogante es saber si Clinton osará hoy ejercer la presión sobre su visitante que corresponde a ese papel de "nación indispensable" para la paz mundial que el presidente reivindica para EE UU.Sin la paralización de la actividad constructora israelí es difícil, señalaban ayer fuentes estadounidenses en Washington, que las tres partes -israelíes, palestinos y norteamericanos- puedan avanzar en la idea de celebrar una cumbre a lo Camp David para acelerar y ultimar el proceso de paz. Washington no ha descartado la posibilidad de apadrinar esa iniciativa, que cuenta con el beneplácito de Netanyahu y el escepticismo de Arafat.
Arafat, a la India
Mientras el primer ministro israelí viajaba a Estados Unidos en pos de respaldo internacional para su fórmula de salvación del proceso de paz, el presidente palestino, Yasir Arafat, hacía lo propio, sólo que en dirección contraria, rumbo a la India. Arafat, que todavía no ha sido invitado a Washington, pedirá en Nueva Delhi apoyo a la causa de los palestinos. Entretanto, la Unión Europea se apresta a discutir la crisis a instancias de Francia.Será la ministra palestina de Educación, Hanán Ashraui, quien presente la posición palestina en Washington en las próximas horas. Antes de salir hacia allí, Ashraui reiteró que la paz depende exclusivamente de la suspensión de los trabajos de construcción de las 6.500 viviendas para judíos en la colina árabe de Abu Ghneim, capturada por Israel, junto con Jerusalén, en la guerra de 1967 y que los judíos conocen como Har Homa.
Las gestiones de unos y otros se llevan a cabo con el trasfondo de un hallazgo que ha dejado atónitos a los israelíes y a muchos palestinos: según una encuesta realizada por el Centro Palestino de Opinión Pública, con sede en la Universidad de Beit Sahur, cerca de Belén, el empecinamiento de Netanyahu está provocando un dramático torrente de apoyo popular a los atentados suicidas contra Israel. El sondeo realizado entre 470 palestinos adultos indica que un 48,6% de los encuestados apoya las operaciones tipo kamikaze.
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