El supuesto criminal Karadzic controla la venta de gasolina y tabaco en Bosnia
El presunto criminal de guerra Radovan Karadzic, reclamado por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia de La Haya, no deja de hacer negocios aprovechando su impunidad penal y la pasividad de las tropas de la OTAN desplegadas en Bosnia. Junto con el actual representante serbio en la presidencia colectiva. de Bosnia-Herzegovina, Moncilo Krajsnik, Karadzic controla dos empresas, en cuyo accionariado no aparece, a través de las que mantiene el monopolio de la importación de gasolina, cigarrillos y otros bienes, lo que le reporta pingües beneficios.
La riada de dinero es repartida entre sus fieles de las fuerzas de seguridad y del Ejército. La actual presidenta de la República Srpska (la entidad serbia de Bosnia-Herzegovina), Biljana Plavsic, admite que éste es un problema que socava su autoridad. "El Estado no tiene el control de la economía". "Algunas personas están haciendo mucho dinero detrás del escenario y deberían ser obligados a pagar impuestos", dice. Centrex, creada por Karadz¡c en 1993, y Seltkt-Impex, nacida en 1996, son los instrumentos del negocio.
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