Cubanidades

Saber o no saber sobre la situación de Cuba y lo que Cuba quiere decir con relación a América Latina va a ser una importante cuestión con vistas al inmediato futuro. A raíz del infortunado desliz del señor Matutes, sometido al parecer a la presión de una política sobre Cuba de la que no es el absoluto diseñador, quedó claro lo lejos que está la política exterior española de influir en la evolución sociopolítica de la isla. Esa evolución se acelera a partir de la visita del Papa, porque el Vaticano ni pronuncia el nombre de Dios ni viaja en vano.Un católico italiano, Gianni Miná, acusado de idiota latinoamericano en un torpe pastiche dictado por el sentido pijo y criollo de la vida y de la historia, ha publicado dos libros que traducen el reciente interés de los italianos por lo que pasa en Cuba y en América Latina. Uno, semblanza de Castro, no traducido todavía al español, pero el otro, Un continente desaparecido, sí está traducido, aún colea por nuestro mercado y ofrece la oportunidad de una visión directa, naif y bienintencionada de la América Latina actual, maquillada por el desarrollismo. Miná no es un marxista ni un castrista, ni siquiera un politólogo, sino un reputadísimo periodista especializado en deportes, director de Tuttosport por más señas. Precisamente por todo lo que no es resulta muy interesante acompanarle en su viaje por la América que descubre desde la mirada de cronista cristiano y crítico, impresionado por el factor humano, no por las estadísticas sobre desarrollos o subdesarrollos ni por el mesianismo de la ingeniería histórica neoliberal. Que Un continente desaparecido haya sido un best seller en Italia demuestra que los italianos, después de descubrir el aceite español, están descubriendo América. La constelación de cerebros asesores de Aznar en cubanidades, sin enterarse.