El sindicato alemán del metal quiere reducir jornada y sueldo
El presidente del sindicato IG Metall, Klaus Zwickel, propuso en la cumbre sobre el empleo, organizada en Berlín por la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), la semana de 32 horas con reducción salarial, como instrumento para combatir el paro masivo. La propuesta de Zwickel recibió un inmediato rechazo de la patronal, que argumenta que los alemanes tienen la jornada más reducida del mundo.
Portavoces de los partidos de la coalición que gobierna en Bonn también se oponen a la propuesta. El secretario general de la democracia cristiana (CDU) Peter Hintze, la calificó de propuesta "sacada de la caja de las polillas".
En marzo, el paro afectaba en Alemania a casi 4,5 millones de personas, la cifra más alta en ese mes desde el final de la guerra. La DGB celebró una cumbre en Berlín con lo más florido de los sindicatos, políticos y la patronal. El dirigente metalúrgico Zwickel, quien hace año y medio lanzó la idea del pacto para el empleo, volvió a insitir en su plan de reducir la semana laboral a cuatro días con una rebaja en el salario. Apuntó Zwickel que su IG Metall se moverá en esa dirección en la negociación colectiva del año 1999, para reducir el paro.
Zwickel recibió el apoyo del presidente de la DGB, Dieter Schultze, quien declaró: "Se trata de una oferta para discutir de una forma abierta y sincera sobre las posibilidades de ese camino". El presidente del partido socialdemócrata, el jefe de Gobierno del Sarre Oskar Lafontaine (SPD), de momento el político mejor situado para disputar la Cancillería al democristiano Helmut Kohl (CDU), apoya la propuesta de Zwickel. Lafontaine ofreció a Zwickel el apoyo del SPD.
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