El 40% de los coches de la Policía Nacional están inmovilizados por problemas técnicos
Los coches de la Policía Nacional también quedan detenidos. Un 42% del parque móvil de dicho cuerpo en Madrid, compuesto por 1.033 vehículos, se encuentra inmovilizado por problemas técnicos, según fuentes policiales. Los vehículos restantes son sorprendidos en la ITV, donde quedan retenidos en una proporción del 50%. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) considera alarmante esta situación y la atribuye a la falta de presupuesto que sufre la Jefatura Superior. "La precariedad del parque móvil pone en peligro la seguridad ciudadana", indicó el sindicato.
La protesta sindical no es nueva. Ya en agosto de 1996 pusieron el grito en el cielo ante el hecho de que un 25% de los coches estaba fuera de servicio por avería. La respuesta institucional se limitó al reconocimiento del problema. "Se ha recortado el presupuesto de la policía y ya no se pueden renovar tan fácilmente los coches", indicó una fuente policial.Entre las causas de esta precariedad figura la antigüedad del propio parque móvil, formado en un 60% por vehículos con distintivo policial -radiopatrullas, furgonetas y equipos de la Unidad de Intervención Policial- y en un 40% por motos y coches camuflados. También incide el desgaste al que se ven sometidos los vehículos, conducidos cada día por tres agentes distintos y en situaciones de extrema dureza.
El resultado es, a juicio del SUP, devastador. Por ejemplo, en la comisaría de Coslada, de los cinco radiopatrullas asignados, sólo uno está en condiciones de circular por las calles, y de los vehículos camuflados, únicamente dos. Otro tanto ocurre, a tenor de la citadas fuentes, en Getafe.
El problema se registra incluso en la Brigada de Información. Allí hay un grupo antiterrorista con 23 agentes y que sólo dispone de un vehículo", señaló el portavoz del SUP. "Los talleres de Moratalaz y de Francos Rodríguez parecen ahora mismo un cementerio de coches", añadió.
Un problema añadido al desgaste del parque móvil reside en el atasco que se registra a la hora de arreglar los vehículos averiados. Los talleres de Madrid, con unos 150 operarios, además de atender a los coches adscritos a la Jefatura Superior, han de reparar los pertenecientes a los organismos centrales de la policía. En total, ambos parques suman unos 2.500 vehículos, en los que aproximadamente se registran cada año 300 averías graves, 3.800 medianas y 25.000 menores.
Esta masa de reparaciones, para la que muchas veces los servicios técnicos no dan abasto, ha llevado en más de una ocasión a los responsables de la Jefatura Superior de Policía a plantear la necesidad de talleres segregados de los organismos centrales. En esta línea, los sindicatos incluso propusieron la privatización del servicio. Un proyecto cuya realización permitiría, a juicio de los sindicalistas, que los agentes mecánicos se quitasen el mono azul y volviesen a vestir el uniforme y cumplir con tareas de seguridad ciudadana.
Alquiler o compra
Otra solución procedería del alquiler de los vehículos, en vez de la compra de nuevos., Este sistema, que el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha para sus agentes, reduce el gasto de compra y también el riesgo de averías, ya que los coches son devueltos a la casa matriz a los cuatro años de su adquisición.
"Sea como sea, se trata de una situación muy grave que afecta a la seguridad de los ciudadanos. Lo hemos denunciado con el PSOE y ahora con el PP, pero nadie lo arregla. Hasta Peugeot y Citröen se niegan a dar piezas si no se les paga. Se corre el riesgo de que en menos de dos meses la seguridad ciudadana sufra un colapso", concluyó el SUP.
La Jefatura Superior de Policía declinó ofrecer su versión sobre los datos citados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.