Çiller reconoce que los comicios son la única solución en Turquía
Tansu Çiller, ministra turca de Asuntos Exteriores de Turquía y líder del partido laico de la Recta Vía (DYP), que gobierna en coalición con el islamista Partido del Bienestar (Refah), del primer ministro Necmettin Erbakan, admitió ayer que las elecciones podrían ser la solución para la creciente crisis política que atraviesa Turquía. "Vislumbramos el camino que conduce a las elecciones. El pueblo tiene la solución, es vuestra decisión", dijo Çiller en una reunión de empresarios. "Hagamos lo que hagamos, lo haremos juntos. Abriremos el camino hacia las urnas".Çiller está bajo un intenso acoso del poderoso estamento militar, de la oposición laica, y de sectores de su propio partido para que rompa la coalición gubernamental y provoque la caída del primer ministro islamista. El último exponente de la presión se produjo ayer con la dimisión de dos importantes miembros del DYP. Por una parte, Necmettin Cevheri, vicepresidente del DYP, diputado, y uno de los políticos más influyentes del partido, anunció que dimitía de su cargo después de mantener una agria discusión con Çiller sobre el futuro del Gobierno de coalición. Poco antes, dimitió otro parlamentario del DYP, Samil Ayrim, elegido por la provincia oriental de Igdir.
Moción de censura
Las dos dimisiones se produjeron tres días después del rechazo en el Parlamento de una moción de censura de la oposición que fue superada por los pelos por el Gobierno, gracias al apoyo del partido de extrema derecha de la Gran Unidad. El resultado fue de 271 votos a 265, a pesar de que la coalición gubernamental cuenta con 280 escaños de un total de 550, lo que evidenció deserciones en las filas del DYP por parte de diputados descontentos con el mantenimiento de la alianza con Erbakan. Otros cuatro parlamentarios del DYP declararon ayer que cometieron un error al no haber votado contra el Gobierno. Explicaron que Çiller acabó convenciéndoles con presiones, pero subrayaron que están contra el Gobierno.La prensa turca asegura que para superar la grave crisis política y la tensión existente entre el Rafeh y el Ejército, que desea la salida de Çiller del Gobierno, la ministra de Exteriores trata de convencer a Erbakan para que le ceda el puesto de primer ministro un ano antes de la fecha prevista en el protocolo de la coalición gubernamental firmado en junio de 1966. Dicho documento prevé que Çiller ocupe la jefatura del Gobierno en junio de 1998.
Según estas fuentes, Çiller habría prometido a Erbakan la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas a cambio de la retirada del primer ministro islamista. El Gobierno de coalición, acosado desde varios frentes, está prácticamente paralizado y no ha celebrado ningún Consejo de Ministros desde el pasado 3 de abril. El último, previsto para el jueves pasado, fue anulado sin más explicaciones.
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