Jean Marsh rememora en Barcelona la serie británica 'Arriba y abajo'
Dos mundos separados por una escalera. Arriba, la aristocracia. Abajo, la servidumbre. Una ciudad y una época: Londres, final de la era victoriana. Éstos son los principales ingredientes de la célebre teleserie británica Arriba y, abajo (Upstairs, downstairs), grabada entre 1970 y 1975. El año pasado se realizó un documental sobre ella, Upstairs, downstairs remembered, cuyo estreno mundial fuera del Reino Unido tuvo lugar el sábado en el Festival de Televisión de Barcelona. Jean Marsh, la actriz que encamó a la fiel criada Rose e ideóloga de la serie, atribuyó ayer parte de su éxito a la obsesión con la clase social" que hay en Gran Bretaña.La idea del documental surgió con motivo del 25º aniversario de la emisión del primer episodio. En todos estos años, los 68 capítulos de Arriba y abajo (producida por London Weekend -LWT-) han sido seguidos por unos 300 millones de telespectadores de más de 50 países. Quienes aún no conozcan a los vecinos del 165 de Eaton Place pueden hacerlo a través de Canal Satélite, Album TV, que emite la serie en la actualidad.
La actriz Jean Marsh, de 65 años, comentó que, si bien en él aparecen "relatos interesantes", subyace "una cierta tristeza". "Algunos actores han fallecido, otros ya no trabajan y unos cuantos parecen desaparecidos", lamentó Marsh, quien muestra una envidiable energía, pese a andar con una muleta a causa de un reciente accidente en el que se fracturó un pie.
Marsh, que fue quien concibió la idea de la serie, todavía no acaba de creerse el éxito que obtuvo ya desde el principio. En parte, opinó, podría deberse a que "en Gran Bretaña estamos obsesionados con la clase social", pero también a "que la selección de actores fue correcta, los guionistas eran muy buenos y los técnicos también". Con todo, la actriz prefiere pensar que "algo misterioso" influyó en el triunfo de la serie.
Familia obrera
En cuanto a su papel, el de la leal Rose, ella misma lo eligió. "Los productores", recordó, "se extrañaron mucho cuando escogí a Rose, pero yo procedo de una familia obrera, mi padre era albañil, y me sentí más próxima a ella que a la señora Bellamy".La actriz, con carrera en el teatro y la televisión, confiesa no ser demasiado aficionada a la pequeña pantalla. "Prefiero leer y escuchar música", reveló. Y paradójicamente, se muestra escéptica respecto a las series: "Creo que son peligrosas.. sean buenas o malas. Son adictivas y eso me parece absurdo".
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