"Hay que reivindicar los vinos tintos madrileños"

Pepe Casal es el creador de Valdealcalá 94, un vino de crianza que ha hecho patria en su tierra. En la semifinal del premio Sumiller 97, celebrada en Chinchón, al Valdealcalá le tocó la difícil prueba de competir, junto a otros vinos de Madrid, frente a los grandes de La Rioja. El momento de la verdad llegó en la cata ciega, en la que las etiquetas de las botellas están tapadas, realizada por una treintena de sumilleres. Sus puntuaciones lo encumbraron a un tercer puesto y fue el único vino de la región seleccionado. Su padre y supremo hacedor es Pepe Casal del Río (Bayona, 1946), enólogo de la bodega Jesús Díaz, por cuyas manos han pasado en 15 años de profesión unos cuatrocientos millones de kilos de uva que él transformó en vino. Por eso se muestra orgulloso y afirma que "es una gran satisfacción que un vino de Madrid se enfrente a la gran familia riojana y quede finalista. Esto demuestra que se están haciendo buenas cosas en nuestra denominación de origen, aunque todavía queda mucho por andar".Pregunta. ¿No cuajan del todo los vinos madrileños?

Respuesta. Estamos en camino, y yo creo que en el bueno. Lo que ocurre es que el mercado aquí es muy duro, porque viene lo mejor de otras regiones españolas y hay una gran competencia. Por otra parte, hay que tener en cuenta que hasta que no llegó la crisis de los vinos de mesa, que se dejaron de vender paulatinamente hace unos diez años, no se empezó a embotellar, y esto supone una gran reestructuración de las bodegas y fuertes inversiones que no se pueden hacer en dos días.

P. ¿Hay condiciones en esta región para hacer buen vino?

R. Sí. Hay suficiente viñedo, con unas 22.000 hectáreas plantadas, y de ellas, 13.000 amparadas en el Consejo Regulador. Pero sí es verdad que es una denominación de origen muy reciente que necesita ayudas, especialmente de la Administración, para poder despegar del todo.

P. Tinto, blanco, rosado... ¿Cuáles son los mejores?

R. Madrid es zona de tintos, principalmente, y los madrileños tendríamos que reivindicarlos para que se valoraran y conocieran más. También se hacen buenos rosados, pero una denominación nunca llega a tener nombre por ellos. Los blancos están mejorando de forma considerable.

P. ¿Tienen futuro los vinos de Madrid?

R. Tienen excelentes expectativas, pero hay que tener en cuenta que aquí contamos con el inconveniente de que el suelo es mucho más caro que en otras regiones. Por otra parte, hay poca población rural, ya que los jóvenes se van al sector servicios. Pero creo que es alentador saber que cuando empezó esta denominación de origen, hace ocho años, se comercializaba tan sólo un millón de botellas, y actualmente estamos en dos millones y medio.