Puntualización del ex presidente Calvo Sotelo

Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del Gobierno en la etapa de UCD, ha hecho llegar a este diario la siguiente nota:"EL PAÍS, en su número del miércoles 9 de julio, da a conocer, con titulares de primera página, un presunto informe secreto que habría hecho llegar en enero de 1982 el entonces gobernador de Guipúzcoa, Arístegui, al ministro del Interior, Rosón, y en el que se atribuirían al consejero vasco del Interior, Retolaza, sugerencias de 'guerra sucia'.

No recuerdo haber tenido noticia de un tal papel, y el hecho de que hayan muerto Rosón y Arístegui (estupendos colaboradores de mi Gobierno a los que no es decente mezclar en estas historias) hace difícil que pueda yo ahora informarme fehacientemente de la cuestión.

En su segundo editorial, página 14 del mismo número, bajo un titular sectario por impreciso ("Ya en l982") adoctrina EL PAÍS con esta frase: "...es imprescindible desterrar métodos que quebrantan de forma gravísima los fundamentos del Estado de Derecho...".

El editorialista sabrá quién es el destinatario de tan acertada recomendación. Yo no la necesito porque siempre me atuve a ella, y una prueba de este aserto la da el propio diario en el mismo número (página 17) cuando recuerda que "no se produjo ningún atentado contra miembros de ETA, desde la fecha de redacción del texto hasta octubre de 1983, cuando surgieron los GAL". En tiempos ya del Gobierno socialista, aclaro yo. Y añado que tampoco hubo atentados antes de esa fecha, siendo yo presidente, como prueba la estadística publicada por EL PAÍS en la página 14 al 29 de enero de 1995.

Sugerencias extrañas, y aun delictivas, pueden llegar al presidente, y lo que importa es que sea capaz de rechazarlas de forma inmediata y terminante. Así tuve yo que hacerlo alguna vez, pero no, que recuerde, en la ocasión a la que alude el texto de EL PAÍS porque no llegaron entonces a mí, si es que realmente se produjeron".