Arzalluz califica de "falso" el informe secreto sobre la colaboración del PNV con Interior

Los dirigentes del PNV reaccionaron ayer con virulencia y calificaron de "falso" el documento secreto publicado por EL PAÍS, fechado en enero de 1982, cuando gobernaba UCD, en el que el entonces gobernador civil de Guipúzcoa, Pedro de Arístegui, informaba al ministro del Interior, Juan José Rosón, de sus conversaciones con el consejero de Interior del Gobierno vasco, el peneuvista Luis María Retolaza. Este último le habría facilitado datos sobre presuntos etarras y sugerido la "destrucción o neutralización" de los elementos más duros de ETA. Retolaza tachó la información de "tonterías".

El ex consejero vasco de Interior, con quien EL PAÍS no logró hablar el martes, aunque recibió el aviso de que iba a publicarse una información que le afectaba directamente, realizó ayer unas breves declaraciones a Radio Euskadi, en las que descalificó el contenido de la noticia, sin firmarla ni desmentirla."No hay otra palabra para referirme a eso que tonterías. Es una verdadera majadería", dijo. "Siempre podrán ahora, en boca de quien sea y sacándolo de los cementerios dijo, en alusión a la muerte de Arístegui en Líbano en 1989. "Tonterías, además son cosas de hace no sé cuantos años. ¿Cuántos años son ya? Quince años. ¿No?", concluyó.

Mucho más contundente se mostró el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, quien calificó de "impresentable" el documento y de "absolutamente falsa" la información. "Nosotros localizamos el comienzo de una campaña, y lo localizamos en la cúpula del PSOE, no en otro sitio, y lógicamente difundido por un grupo de prensa: lo saca EL PAÍS y lo difunde la SER", dijo.

"El PNV jamás ha estado en la línea de dar datos a nadie. Y eso que entonces la Ertzaintza no existía. Nosotros [en alusión a los dirigentes del partido] nunca tuvimos relaciones con gobernadores civiles", especificó.

Al ser preguntado sobre qué aspecto concreto del informe le parecía impresentable, apeló a la imposibilidad de autentificarlo. "No puedo aceptar un documento que no tiene firma. ¿Cómo me demuestra usted que tiene consistencia?", preguntó. Se trató de un lapsus, pues el informe lleva el sello de la secretaría particular del Gobierno Civil de Guipúzcoa y la firma de Arístegui.

"Lo que me ha chocado", argumentó, "es ese párrafo que dice cómo Retolaza pretende llevar la información exclusivamente a través del gobernador de Guipúzcoa. En todos los años, la consejería de Retolaza no creo que tuviera con nadie tanta confianza como con Rosón. Por lo tanto, ¿a qué ese intermediario?"Arzalluz acusó a este diario de "mala intención" por haber titulado "El PNV dio al Gobierno de UCD datos para 'destruir y neutralizar' a ETA". Y lo argumentó: "Ustedes comprenderán que el PNV tampoco sabe todas la relaciones que pudiera tener Retolaza y la Consejería de Interior con el Ministerio del Interior, como tampoco podemos estar sabiendo lo que el consejero Atutxa tiene, en estos momentos, con el señor Mayor Oreja, con quien precisamente no tenemos buenas relaciones".

Frente a estas noticias, anunció que su partido volverá a pedir la creación de una comisión de investigación sobre el caso GAL. "Ahora sí que tenemos un interés directo en una comisión parlamentaria", explicó.

Por su parte, el portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, calificó la difusión del documento de "información tendenciosa" y la atribuyó a la "animosidad" del Grupo PRISA hacia el PNV por el apoyo que ha dado al Gobierno del PP en asuntos como la ley del fútbol o la plataforma digital.

El Galdós, ex viceconsejero vasco de Interior, aseguró que en aquella época no se colaboraba con el Ministerio de Interior con datos sobre presuntos etarras porque "la tortura estaba a la orden del día". "Prueba de ello", agregó, "es que Arregui murió tras torturas y el propio Rosón fue el que, de una forma tremenda, casi llorando, llamó a Retolaza diciéndole que no podía controlar a ciertos elementos".