Etxebarría y Jalabert, ¿quién es quien?
El francés admira al vasco, que no suelta presa cuando la agarra
Un caso curioso: los dos polos idénticos se atraen y no se repelen. Es tan parecido sobre la bicicleta, que muchos les confunden de primeras. 'C'est Jalabert', dicen los franceses cuando le ven de marrar; los españoles, al contrario, es Etxebarria. Y ambos pueden tener razón porque, aparte de tener el mismo estilo, los dos corredores de la ONCE están siempre juntos. Son los dos únicos de la ONCE a los que no les ha pillado ni un corte.Aunque la razón oficial es que David Etxebarria, de 23 años, debe estar cerca de Laurent Jalabert, de 28, para auxiliarle si tiene algún problema o para cederle la bicicleta si pincha, entre ambos se ha establecido una relación tan profunda que no necesitan órdenes para buscarse mutuamente en carrera. "Siempre he ido bien arriba porque siempre he sido rápido y estoy acostumbrado a los virajes, las curvas, los codos, y, además, porque me gusta", dice Etxebarria.Y más que una relación amo-sirviente, lo suyo parece una del tipo maestro-alumno. Admiración por ambos lados, diría un psicoanalista: el joven quiere imitar al viejo al que admira, y el viejo se ve reflejado en el joven admirador. "No te puedo decir si me veo reflejado en David, porque no me acuerdo de mí, cuando' tenía su edad", dice Jalabert. "En todo caso, creo que David es mejor que yo a esos años, yo no subía como él". Pero nadie niega, por lo menos, que Etxebarria, uno de los pocos españoles jóvenes que se labrará un palmarés de nivel internacional, quiere aprender del francés. "Sí, he tomado como maestro al número uno del mundo".
La enseñanza se desarrolla según método puramente, práctico, sin diálogo ni teóricas. "No hace falta que Laurent me diga nada", dice Etxebarria, "Yo me fijo y tomo nota mentalmente". "David no me pregunta nada", explica Jalabert. "Está siempre muy centrado, en su sitio. Tiene una gran capacidad, de observación".
La similitud entre ambos no se para en el físico o en el estilo; los caracteres también se tocan. El francés define al vasco y parece que se describe a sí mismo: "A pesar de ser joven, es muy bueno, sabe asumir la responsabilidad y aguanta perfectamente la presión del equipo. Y cuando agarra una presa, no la suelta. El corredor de Abadiño, más modesto a pesar de sus victorias -Tour del Porvenir, y etapa reina de la última Vuelta a Suiza-, prefiere hablar de lo que le queda por delante. "Llegué al Tour un poco acojonado porque nunca sabes. Por ahora va bien la cosa, pero sólo llevamos seis días".
-Oiga, pero ya demostró mucho ganando aquella etapa en Suiza.
-Quizás gané porque soy joven. No tenía la responsabilidad de ganar y es más fácil. Nadie me exigió la victoria, así que no tenía nada que perder.
Así es el corredor que gusta a todos y que en su equipo, la ONCE, es admirado porque es "muy valiente". Porque se parece a Jalabert.
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