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Rowan Atkinson: "Mr. Bean no es una excepción entre los seres humanos"

El actor presenta en Barcelona la primera película de su popular personaje televisivo

Jacinto Antón

Estropicios y muecas en gran formato: Mr. Bean ha llegado al cine. Bajo el mismo título de la popular serie televisiva -Mr. Bean-, se estrena el próximo día 25 en España el primer largometraje protagonizado por el calamitoso ser creado y encarnado por Rowan Atkinson. El actor, que ayer presentó el filme en Barcelona, definió a su criatura sin demostrar excesiva simpatía por ella. Dijo que Bean es "un niño eterno" un tipo con una edad mental de 10 años, egoísta, egocéntrico, solitario, rencoroso y vengativo. Alguien "con quien no saldría a tomar una copa". Aunque lo redimió en parte al apuntar que "dada su gran capacidad para resolver problemas, podría estar en la ONU". Para Atkinson su personaje "no es una excepción" y representa "los esquemas mentales de entre un 5% y un 10% de la gente".

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Rowan Atkinson afirma que no tiene ningún problema de desdoblamiento con Mr. Bean, a lo Jekyll y Hyde. "Lo conecto y lo desconecto cuando quiero, y lo dejo y me voy a casa. Es cierto que a veces Mr. Bean tiene comportamientos con los que me siento identificado, pero eso le pasa a mucha gente. Incluso hay quien desearía poder actuar tan expeditivamente como él".La sola presencia física de Rowan Atkinson produce hilaridad, aunque la verdad es que no resulta notablemente gracioso ni simpático. Se muestra serio y comedido en sus respuestas, con leves toques de un humor fino y distante muy británico. Pero de repente arquea una ceja, mira al techo, arruga la nariz o se pasa fugazmente la lengua por los labios en una especie de lametón de anfibio y entonces surge Mr. Bean, y a ver quién se le resiste. Ayer vestía un elegante traje blanco y corbata roja, y su poderosa cabeza destacaba en una figura de andar encorvado pero notablemente más alta de lo que parece en la pantalla. Atkinson tiene una mirada entre soñadora e inteligente, que parece escrutar maliciosamente a sus interlocutores y descubrir en ellos suficientes motivos para la risa.

La película Mr. Bean, dirigida por Mel Smith, retoma al personaje televisivo con algunos cambios -en el filme, por ejemplo, habla- y le hace vivir una peripecia en Los Ángeles. En la pantalla grande, Bean es un empleado inútil y catastrófico de la Royal Gallery de Londres al que el centro envía a una galería de Estados Unidos cuando ésta le solicita un experto en arte para una inauguración. Los británicos confían en deshacerse de él.

"Para llevar a Mr. Bean al cine, algo que nos parecía una extensión lógica, hemos tenido que desarrollar el personaje", dice Atkinson, autor del guión con Richard Curtis (Cuatro bodas y un funeral) y Robin Driscoll. "No queríamos limitarnos a hacer un capítulo de la serie de 90 minutos. Buscábamos algo diferente y creo que lo hemos conseguido. Por primera vez, Mr.Bean tiene sentimientos, parece aceptar la responsabilidad de sus actos, tiene un destello de humanidad".

Pero no hay que confiarse. "Si alguien lo ve dulce o inocente debe recordar que Mr. Bean se vuelve muy vengativo si no logra lo que desea. No es una buena persona, En la película, es un poco más, bueno y agradable, pero sólo un poco y sólo un rato".

Atkinson ve paralelismos entre su personaje y el inspector Clouseau que inmortalizó Peter Sellers. "Closeau se cree inteligente y es un estúpido, y Mr. Bean parece estúpido pero es muy inteligente. En esencia, los personajes cómicos se, dividen en esas dos grandes categorías".

Sobre la posibilidad de que Mr. Bean se case algún día, Atkinson recuerda que ha necesitado siete años para encontrar un trabajo, cuatro temporadas para disponer de una casa y otras tres para conseguir una amiga. "Mr. Bean es un ser asexuado, y tiene otro problema para entablar una relación sentimental: no es lo que se dice precisamente romántico".

Mr. Bean, añade, "es un niño de 10 años prisionero en el cuerpo de un hombre; puede que crezca, pero me parece que sería una lástima, su forma de ser actual es lo que nos divierte".

Cuando se le pregunta a Rowan Atkinson por qué él no ha hecho más . cine, se rasca una oreja y responde: "Buena pregunta, quizá es que no he tenido más oportunidades Soy un actor difícil, no encajo en los moldes. Alguna vez, me han ofrecido algo, pero notaba que eran papeles que habían rechazado actores como Robin Wiliams o John Cleese, y estaba claro por qué. No es raro que mi aparición en una película como protagonista sea en un proyecto que he contribuido a crear".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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