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Leche revuelta

La insuficiente cuota de producción y el minifundismo son los dos grandes escollos del sector lácteo

El sector lácteo continúa sin aclara su futuro. Con una producción en origen valorada en unos 300.000 millones de pesetas (casi el 10% de la Producción Final Agraria) y unas 100.000 explotaciones, el sector de la leche de vaca constituye una actividad importante en el conjunto del sector agrario y es la columna vertebral de la economía en zonas como Galicia y toda la cornisa cantábrica.Producir leche es sin embargo, una de las actividades con mayores dificultades en el conjunto del sector agrario, desde la producción a la comercialización. Sus problemas se desataron en el momento del ingreso de España en la Unión Europea en 1986 por no contar con una cuota suficiente. Entonces no se disponía de unas estructuras adecuadas, situación que se ha mantenido e incluso empeorado en los últimos años.

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Una industria con demasiados protagonistas

Alta producción y cuotas bajas.

Un primer problema sin resolver en el sector es la falta de una cuota de producción lechera suficiente para las posibilidades de oferta y la propia producción real. España ingresó en la Unión Europea con una cuota de venta a las industrias de 4,6 millones de toneladas y de otras 750.000 toneladas para ventas directas de los ganaderos. El entonces ministro de Agricultura, Carlos Romero, se negó a aplicar el sistema de cuotas. El sector produjo leche a su libre entender y ello provocó unas multas superiores a los 200.000 millones de pesetas, que fueron pagados por la Administración.

Hoy, tras un largo proceso de negociaciones en Bruselas, la cuota para venta a las industrias es de 5,4 millones de toneladas, cifra que sigue siendo totalmente insuficiente para cubrir la producción real del sector, que se calcula en unas 800.000 toneladas más. A cambio de ese aumento concedido por Bruselas, el Gobierno español inició la aplicación del sistema de cuotas en 1994.

Oficialmente, la cuota en la campana pasada fue rebasada en 120.000 toneladas, lo que provocó una multa de 7.140 millones de pesetas. La existencia de producción de leche por encima de la cuota da lugar a un mercado negro para colocar esa materia prima por diferentes fórmulas como leche negra (leche que se vende sin cuota a precio más bajo), leche comprimida (vender más litros de los registrados a precio unitario más alto) o leche vacoveja (leche de vaca vendida como de oveja).

Miles de ganaderos han comprado cuota a otros ganaderos a unas 50 pesetas kilo para producir sin problemas. España reclama un aumento de la cuota en un millón de toneladas para destinar las mismas a zonas tradicionalmente lecheras.

Malas estructuras. El sector de la leche de vaca se caracteriza además por unas malas estructuras desde la producción a la comercialización. Esta situación no se ha corregido, a pesar de las medidas aplicadas desde la Administración.

En la última década se ha producido un fuerte recorte en el número de explotaciones al pasar de 240.000 a las menos de 100.000 que se mantienen en la actualidad. Sin embargo, este recorte no ha sido suficiente para lograr unas estructuras más competitivas. En 1990 había 93.500 explotaciones con menos. de cinco vacas, 51,000 tenían entre cinco y 10 vacas, 20.040 entre 20 y 25 vacas y 5. 100, con más de 50 animales. En la campaña del año anterior, las explotaciones con menos de cinco vacas eran 63.700, 33.040 contaban entre cinco y 10 vacas, 9.420 se situaban en el segmento entre 20 y 49 vacas y 8.246 tenían más de 50. Sin embargo, en porcentaje, las explotaciones con menos de cinco animales siguen superando el 55% del total, mientras que solamente aumentan las explotaciones con más dé 50 vacas, que pasan del 3% al 7,2%.

Con el fin de ajustar la cuota a la producción real, miles de ganaderos han tenido que sacrificar parte de sus animales en la última década, lo que supuso eliminar más de 400.000 vacas. Además, la Administración española lleva ya siete planes de abandono desde 1987, que han logrado reducir la producción en 1,2 millones de toneladas. Los resultados de esta medida han sido escasos a la hora de mejorar la estructura de las explotaciones, aunque la producción por animal ha experimentado un crecimiento importante, al pasar de 2.500 kilos a más de 4.000.

A pesar de este recorte en los censos y las explotaciones, la media de leche entregada por explotación ha pasado en los últimos años solamente de 3 1.000 a 45.000 kilos, mientras la media de cuota por explotación en toda la Unión Europea es de 136.000 kilos, con países como Dinamarca donde es de 310.000 kilos. Entre los países mediterráneos, Italia tiene una media de 93.000 kilos y Portugal, 45.400 kilos.

Sanidad deficiente. Un tercer y grave problema que afecta al sector de la producción es el sanitario. Una parte muy importante de la actual oferta en el campo, casi el .50% de la leche, no cumple la condiciones técnico-sanitarias que va a exigir a partir de enero de 1998 la Unión Europea. Estas condiciones son la inexistencia de antibióticos, menos de 400.000 células somáticas y 100.000 gérmenes por unidad de producción, y explotaciones sin brucelosis ni tuberculosis. Hoy es una incógnita lo que pueda suceder de aquí a medio año. Lo más probable es que esa leche sin calidad siga en el mercado empujando los precios a la baja.

Plan Loyola. Ante la situación del sector, Loyola de Palacio esbozó el pasado mes de enero un plan para mejorar la estructura de la producción y clarificar la comercialización. Agricultura quiere poner en marcha otro plan de abandono. Plantea el funcionamiento de un banco de cuotas y quiere ordenar los procesos de compra.

Actualmente existen en España nada menos que 852 primeros compradores de leche en el campo para 5,4 millones de toneladas frente a los 325 en Francia o 342 en Alemania para mas de 20 millones de toneladas y solamente uno en Dinamarca.

En España, los 76 primeros compradores no compraron leche a ningún ganadero en la campaña del año pasado. El Ministerio de Agricultura quiere ordenar el proceso de compras en su conjunto.

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