El conflicto de Kenia se extiende a un centro turístico de la costa y suma ya 37 muertos

El conflicto que azota la costa índica de Kenia dio ayer un peligroso salto cualitativo. Por primera vez en los siete días que duran los ataques, una localidad turística se convirtió en objetivo: Malindi, un pueblo playero que forma parte de los circuitos turísticos de este país africano. Ayer, de madrugada, unos individuos cargados de latas de gasolina rociaron unos 370 puestos de venta y les prendieron fuego en Malindi, situado a 140 kilómetros al norte de Mombasa. En esta ciudad, a la vez, otras dos muertes elevaron a 37 el número de víctimas en una semana.

"Era el comienzo de la temporada alta, y lo que ahora vendemos nos ayuda a atravesar los duros tiempos que llegan después, confesaba Joyce Atima, mientras recogía las piezas de ajedrez de piedra que quedaban esparcidas por el suelo donde antes estaba su tenderete. "Me vuelvo a mi tierra de Kisii [en el oeste de Kenia]. No tengo otra opción", dijo, antes de romper a llorar. El turismo es la primera fuente de empleo en Kenia, y aportó al país 465 millones de. dólares en 1996 (unos 70.000 millones de pesetas). Las cancelaciones de viajes ya han comenzado.El conflicto ha estallado en Mombasa cuando miembros de la etnia digo, originarios del lugar, han empezado a atacar a las etnias foráneas (Iúos y kikuyos), tal y como reflejan panfletos divulgados en las zonas de batalla. Pero los atacantes están muy organizados, propagan incendios y actúan fuertemente armados. Ayer, en un nuevo giro de la situación, las fuerzas de seguridad interrogaron y mantuvieron bajo custodia a Emmanuel Maitha, uno de los destacados miembros del partido de Daniel arap Moi, presidente de Kenia, en supuesta conexión con esta confusa guerra.

Hassan Haji, vicegobernador de la provincia de la costa, declaró que el ataque incendiario contra los puestos de Malindi es un "acto criminal" realizado por gente que está intentando sacar partido de la violencia desatada en Mombasa, segunda ciudad del país.Ningún turista ha resultado herido en los enfrentamientos, pero los extranjeros han recibido la recomendación de sus Gobiernos de que eviten los lugares de conflicto. Malindi es un centro donde se congregan residentes italianos, que son propietarios de casas y negocios, como restaurantes.

En Mombasa, Haji declaró que 150 personas armadas con arcos y flechas y con fusiles de asalto G-3 y AK-47 atacaron a siete policías que patrullaban en Mtwapa, justo al norte de esta ciudad portuaria en el índico. En un intercambio de fuego, la policía mató a una persona. También ayer, unos vigilantes mataron a un hombre en Kitaruni, nueve kilómetros al norte de Mombasa, cuando éste intentaba quemar una casa. Cinco personas fueron heridas a machetazos en Ntopanga durante el ataque de uno grupo de hombres.

Las muertes de ayer elevan a 37 las víctimas de esta guerra étnica surgida hace una semana. Las fuerzas de seguridad habían detenido ayer a 189 personas, incluidos varios activistas políticos.

En la capital, Nairobi, el presidente keniano, Daniel arap Moi, alertó a su pueblo contra el tribalismo, y recordó que los odios étnicos han destruido países como Ruanda y Burundi. Tanto el Gobierno como la oposición, que se enfrentarán en diciembre a unas elecciones que prometen ser conflictivas, se han acusado mutuamente de la escalada de violencia en la costa.