Del 0-2 al 1-1 en 40 segundos

Del 0-2 al 1-1 en 40 segundos. Todo el derby de ayer, finalmente, se encierra en esa franja de tiempo. No llegó al minuto pero dio mucho de sí. En esos 40 segundos, el Atlético pasó de tocar el cielo a estrellarse de bruces una vez más con el maleficio que le impide desde hace tiempo noquear a su eterno vecino. Entraron en conexión durante esos 40 segundos un error del árbitro, una falta de concentración colectiva de casito o el Atlético y un golpe de inspiración de Seedorf y el derby cambió drásticamente de rumbo.Corría el partido por el minuto 73 cuando el Atlético creía estar montando el contragolpe definitivo: Kiko dejó para Juninho y el brasileño dibujó un pase profundo que era una puñalada mortal para la defensa adelantada del Madrid y un caramelo para Caminero, que aparecía desde atrás. El juez asistente levantó su bandera por una supuesta posición ilegal de Vieri y cuando Caminero mandó la pelota a la red Brito Arceo ya había invalidado la jugada. Sucedió entonces que los jugadores rojiblancos se olvidaron de la consigna que con tanto empeño había repetido Antic a lo largo de la semana -"es un partido para estar muy concentrados, en cualquier jugada el Madrid nos puede amargar la vida"- y se perdieron entre protestas y lamentos. Roberto Carlos envió rápidamente para Seedorf, quien, viendo que el Atlético no había montado su engranaje defensivo -Lardín no le presionó como otras veces y le concedió unos diez metros-, decidió probar fortuna. Soltó un zapatazo largo y sorprendió a Molina. El balón no viajó bombeado, sino paralelo al suelo y por eso acabó en la red. Habían pasado sólo 40 segundos.

El Atlético pagó muy cara casi su única pérdida de concentración en todo el encuentro. "El equipo se descentró por el error arbitral", comentó luego resignado Radomir Antic. "Yo ya estaba para defender", dijo Geli, "pero, sí, los de arriba se quedaron protestando". "Cuando un equipo se pone a protestar", explicó Caminero, "todo el mundo se queda fuera del partido unos instantes". Esos instantes, concretados en 40 segundos, fueron los que aprovechó el Madrid para salvarse.