El libro 'The royals' destapa nuevos secretos de la monarquía británica
Un nuevo frente acosa a la casa de Windsor. Sin tiempo de recuperarse del aluvión de críticas que recibe desde la muerte de la princesa de Gales, la reina Isabel y parte de sus familiares se resguardan ahora de una tormenta sin precedentes. El libro de la más popular de las biógrafas norteamericanas, Kitty Kelley, The royals, que contiene una serie de extraordinarias acusaciones contra la familia real británica, sale al mercado hoy, tras ser presentado anoche por su autora en un programa de la cadena de televisión NBC.
Famosa por sus trabajos sobre Nancy Reagan, Frank Sinatra, Elizabeth Taylor y Jackie Onassis, Kelley lleva cuatro años investigando su nuevo objetivo: la monarquía británica en el siglo XX.La autora afirma en la introducción que ha entrevistado a "cientos" de antiguos empleados y amigos de los Windsor, incluídos muchos que "conocen a la Reina desde niña". Algunas de las fuentes citadas en el libro con nombre y apellidos están muy próximas al corazón de la familia real y hacen las revelaciones más escandalosas, cuya envergadura impide, de momento su publicación en el Reino Unido. "Los datos son correctos, pero la legislación británica en materia de libelo pone el peso en los editores. No queremos vemos en una situación de tener que defendemos en el juzgado", señaló Laurence Kirshbaum, responable de la editorial Time Warners, que prepara una primera edición de 600.000 ejemplares.
La expectativa y polémica crece por momentos. El dominical monárquico The Sunday Telegraph anticipaba este fin de semana "un torrente de desprecios" respecto de las "revelaciones" contenidas en The Royals. En cuanto a la autora, continuaba la información, "sufrirá más ridículo que ira". De acuerdo a este semanario, el libro es "un refrito de recortes de prensa y rumores no corroborados". El diario The Guardian, que asegura haber obtenido dos días antes de salir a la venta un ejemplar de la extensa biografía sin pagar por la exclusiva, resalta la serie de fuentes que documentan el trabajo de Kelley. La novelista Barbara Cartland, a la que tanto admiraba la Princesa de Gales, el homeópata de Sarah Ferguson, los Duques de Leeds, además de otras personas del entorno de la familia real aportan sus repectivas opiniones que ayudan a la autora a dibujar la vida privada y pública de cada uno de los integrantes de la casa de Windsor.
La reina Isabel, su madre y su marido, el Duque de Edimburgo, salen especialmente dañados en la interpretación de la biógrafa norteamericana. En prevención a un posible pleito por difamación, The Guardian se reserva la publicación de las acusaciones más comprometidas, aunque asegura que el libro cuestiona el linaje de la reina Isabel, y el comportamiento durante su niñez y mientras iniciaba su relación con el príncipe Felipe.
La prensa estadounidense aporta más detalles. The Washington Post publicó que Kelley descubrió que los padres de la reina madre no estaban casados y que la concepción tanto de Isabel como de su hermana Margarita fue posible gracias a la intervención de un tercero. La princesa Margarita es descrita como racista y simpatizante nazi. Entre las generaciones más recientes, la Princesa de Gales aparece como la heroína. "Una heroína", señaló Kirhsbaum, "de carne y sangre, no una Cenicienta". Su cuñada, la pelirroja Sarah Ferguson, Duquesa de York, tiene una afición, según el diario norteamericano, "por sustancias más adictivas que el chocolate".
En esta ocasión, la muerte de lady Di podría ayudar a la Casa Windsor. Los medios informativos británicos, incluidos los temidos tabloides, respetan de momento un nuevo código tendente a salvaguardar la vida privada de famosos y celebridades públicas.
Paralelamente, el Financial Times informó ayer que el Gobierno laborista está considerando una privatización efectiva de la monarquía británica, aunque cualquier cambio del estatuto fiscal de la familia real debería partir de la Reina y del príncipe Carlos.
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