Los técnicos de la CE formulan serias objeciones al nuevo texto de la 'ley digital'

La Comisión Europea se debate entre dos alternativas. O bien aprobar la nueva ley española y arriesgarse a que en base a ese nuevo texto legal -lleno todavía de ilegalidades, aunque menos clamorosas que el anterior, y con graves peligros potenciales, según los servicios de la Comisión- se reproduzcan las denuncias privadas contra la ley en función de su aplicación. O bien mantener abierto el conflicto en un asunto que el Gobierno español considera casus belli y que le puede privar de su apoyo en cualquiera de las negociaciones en marcha.Todos admiten en Bruselas que el nuevo texto de la ley digital ya no es tan clamorosamente contrario al derecho comunitario como el primero. Pero los servicios de la Comisión, que se someten a criterios meramente técnicos y dejan al margen las consideraciones políticas, síguen sin dar su aprobado: Aún observan irregularidades y concluyen que la nueva ley no resuelve todas las denuncias planteadas por la Comisión Europea en el dictamen motivado remitido a España.

. Ha desaparecido el principal obstáculo -el que prohibía expresamente el descodificado

símulcrypt y optaba por el mul ticrypt-, pero subsisten otros: desde el mantenimiento del registro de operadores a la obligación de especificar qué canales se reciben en cada descodificador. Y, sobre todo, la posibilidad de que los amplios poderes otorgados a la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones (CNMT) permita legalizar en el futuro las ¡legalidades que el Gobierno español cometía en su primer texto.

Es éste uno de los puntos más espinosos del debate técnico. Todos coinciden en que es el aspecto menos satisfactorio de la nueva ley. -Pero no todos los juristas de la Comisión

aprueban una denuncia de este punto porque entienden que no puede prejuzgar la actuación una de la CNMT.

En esta disyuntiva, los comisarios deberán tomar una decisión esencialmente política. El primer debate se celebrará hoy, la reunión previa de los jefes gabinete de los comisarios. le esta discusión sale una posición definida, el asunto será luido en el orden del día de próxima reunión del Colegio Comisarios, el 1 de octubre.

Santer, con Aznar

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, aseguró ayer durante su encuentro el presidente del Gobierno español, José María Aznar, que en una semana se darán a conocer importantes novedades sobre la ley digital. "Se clausurará la próxima semana", corroboró Marcelino Oreja, comisario de eupeo de Relaciones Institu-

cionales Audiovisuales y Cultura, tras el encuentro mantenido en Sotogrande, San Roque (Cádiz), entre Santer y Aznar, informa En Bruselas se respira un ambiente calificado de "conformista" por fuentes comunitarias. Frente al criticismo de los servicios, los gabinetes -un órgano político que prepara el terreno a los comisarios- se inclinan por la idea de que " ya se ha conseguido mucho y si se decide abrir un nuevo procedimiento de infracción la Comisión verá menguado el éxito. político logrado al obligar a Espana a cambiar la ley".

Los defensores de esta tesis se inclinan por cerrar el asunto, aunque evitando dar la impresión de que eso significa dar carta blanca al Gobierno español en materia digital. "Sabemos que no se han- respetado todas nuestras exigencias, pero, desde un punto de vista político, mantener el enfrentamiento

con España puede tener consecuencias negativas en otros terrenos", señalan fuentes de la Comisión Europea.

Por ello, Mario Monti se inclina por una fórmula intermedia que difícilmente impedirá que el Ministerio de Fomento capitalice como un éxito propio el aprobado de Bruselas: acompañar ese aprobado con una dura carta de advertencia. En ella se destacarían los aspectos que Bruselas seguiría considerando conflictivos, aunque sustituiría la denuncia por una advertencia de que si hubiera conflictos éstos desencadenarían la intervención del Ejecutivo comunitario.

Sería una solución excepcional que recuerda las habituales espantadas del Parlamento Europeo. El caso más gráfico es el anuciado voto de censura a la Comisión Europea por la crisis de las vacas locas, que se quedó en una amenaza de censura... condicionada.