Mallas flotantes
Ante la nueva obsesión municipal de colocar pantallas o paneles en el Viaducto de la calle de Bailén, propongo situar mallas gigantes elásticas, a modo de flotador, en cada edificio, monumento o estatua de más de tres alturas o similar de esta sufrida capital, además de tapiar todo puente y entrada a los pocos túneles que gobiernan Madrid.También sería maravilloso exportar tan magnífica idea, amurallando todos los acantilados que circundan la Península -de esta forma, Portugal disfrutará la estupenda idea- a base de tapias o muros decorados con motivos alegóricos de inspiración mariana (que sí, que la obra sería costeada a pachas por nuestro querido y muy pío Ayuntamiento y la Iglesia, prosiguiendo así su entrañable amistad).-
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