Hace tiempo
José Ortega Spottorno, en su artículo La historia y las historias (EL PAÍS, 18 de noviembre), expresa sus temores y esperanzas ante esta dificil ciencia, tan manipulable. Y es que, ciertamente, en la historia puede colarse mucha ideología, al contrario que en álgebra o bromatología. Pero hay en el artículo algo que me ha inquietado. Dice el autor textualmente: "Con Cataluña estamos tranquilos desde Vicens Vives y sus discípulos, y, felizmente, en Euskadi comienza a formarse un núcleo de nuevos historiadores académicos como Jon Juaristi, reciente premio Espasa Hoy 1997 por su libro El bucle melancólico, con el que empiezan a disiparse las nieblas de sus valles norteños".Esas nieblas hace tiempo que habían empezado a disiparse. Es de suponer que al señor Ortega le' suenan nombres como los de José María Lacarra, Juan José Sayas, Idoia Estornes, Eugenio Goyeneche, etcétera. Todo ello sin demérito de los nuevos historiadores ni de Jon Juaristi, del cual esperamos pronto el segundo tomo, el que versará sobre el nacionalismo español.-
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