Boadella afirma que sus éxitos son obras muy locales con un tratamiento universal

, Cuando se habla de Els Joglars, el nombre de su director Albert Boadella emana del universo de este grupo catalán que celebra en estas fechas el 35º aniversario de su fundación y que ahora llega a Madrid con su último espectáculo, La increíble historia del Dr. Floit y Mr. Pla. La obra, que se estrena el jueves en el teatro María Guerrero, de Madrid, revalida esa opinión de Boadella de que sus éxitos parten de temas muy locales que tienen un tratamiento universal. Su protagonista, Ramon Fontseré, actor de la compañía desde hace 15 años, dice que Boadella y Josep Pla tienen en común un escepticismo positivo y la capacidad de contar las cosas con una aparente sencillez lograda tras mucha reflexión.

Todos los componentes de Els Joglars nunca han ocultado su querencia por Madrid. Boadella incluso llega a afirmar: "En la época en la que en Barcelona sufríamos un auténtico boicoteo, con dificultades de público, Madrid nos salvó la vida, no sólo, en cuestiones comerciales. Eso no hay que olvidarlo". Era la etapa de Columbi Lapsus o Bye, bye Beethoven.Ahora Els Joglars llega con La increíble historia del Dr. Floit y Mr. Pla, en castellano, y con el deseo de comprobar, una vez más, que la reacción del público es la misma que en Barcelona, Girona o Tarragona: "Es lo que más nos gusta, porque tira por tierra muchos tabúes nacionalistas", dice Boadella, "los catalanes tienen la conciencia de que si un espectáculo habla de sus cosas no va a comprenderlo nadie... Es como si Chéjov hubiera pensado que sus obras sólo se podían hacer en Moscú", dice el director, quien cuenta que sus obras de mayor éxito han sido aquellas que hablan de asuntos muy locales pero con un tratamiento universal: "Para ser originales hay que ser originarios".

Fontseré define la obra como de fin de siglo: "Habla de un mundo que se acaba, de una filosofía de ver la vida que apenas ya encontramos, estamos en un momento en el que todo lo que nos hacía la vida agradable se está yendo, se está degradando y en cambio las cosas malas no desaparecen, como los nacionalismos o los fundamentalismos, es curioso ver cómo todo lo que se dijo que iba a desaparecer tras la Il Guerra mundial sigue instalado entre nosotros y sigue vigente".

Un actor excepcional

La verborrea lúcida y brillante de Boadella, junto a su transgresor y perfeccionista teatro y su condición indiscutible de líder del grupo, son los elementos que provocan que profesionales como Ramon Fontseré queden fagocitados, a pesar de que los espectadores que siguen la trayectoria de Els Joglars, y el propio Boadella, coinciden unánimemente a la hora de señalarle como uno de los intérpretes más sólidos y excepcionales de la escena española.Muchos no saben que se llama Ramon Fontseré, sólo saben del virtuosismo de este actor nacido en Torelló (Barcelona) hace 41 años. Marcado por el sello Joglars, cuenta con las características comunes a todos los miembros de este grupo: transgresores, tímidos, gamberros, sibaritas en la comida, calamitosos ligones, escépticos, solitarios, hedonistas, pecadores y buscadores del equilibrio entre la. paz del mundo rural y la marcha urbana. Además gozan de un merecido prestigio como grandes profesionales. Es un sello que surge de ese bufón contemporáneo y meticuloso que es Boadella.

El inolvidable personaje de Don Josep, que Fontseré interpretó en El Nacional, decía: "Esto del teatro es un oficio de cabrones, putas y maricones, pero su grandeza es que las putas hacen de vírgenes; los cabrones, de muchachas, y los maricones, de Don Juan. Ésa es la grandeza del teatro". El actor catalán, salvando las licencias metafóricas, no se encuentra muy alejado de esa teoría y lo que le interesa de su oficio es poder hacer algo opuesto a él, como si no interpretara: "Eso se logra tratando de no ser original y huyendo de la ficción, procurando que todo sea real, como Luis Cuenca, Pepe Isbert o mi compañera Pilar Sáenz", dice.

El propio Boadella no se queda atrás respecto a los incondicionales de Fontseré y comenta de él: "Cuesta hablar de Ramon, es un actor todoterreno que sirve tanto para un cocido como para un barrido e incluso para un berrido", señala, "en este momento no encontraría en el panorama nacional un actor con su versatilidad, ni, con su ética. Este aspecto de Ramon para mí es muy importante".