Una empresa japonesa vende un Renoir a mitad de su precio

La empresa japonesa Daishowa Ashitaka vendió el pasado mes de mayo la obra Le Moulin de la Galette (1876), del pintor francés Pierre Auguste Renoir, por 6.000 millones de yenes (unos 7.000 millones de pesetas), la mitad del importe que costó el cuadro cuando fue adquirido en una subasta de Sotheby's hace ocho años.

Según indicó ayer el diario nipón Yomiuri, la obra, que compró el empresario japonés Ryoei Saito por 11.900 millones de yenes (entonces 78,1 millones de dólares), fue vendida por agentes de Daishowa a un precio de 6.000 millones de yenes (unos 50 millones de dólares al cambio actual) a un comprador extranjero anónimo. Según el diario, la venta habría servido al grupo Daishowa a conseguir fondos con los que hacer frente a las deudas que han acumulado las empresas del grupo. El cuadro de Renoir, vendido en mayo, cerró en 1990 la década en que los magnates japoneses invadieron el mercado del arte y llenaron sus colecciones de obras famosas, por muchas de las cuales pagaron precios exorbitantes.

Las cantidades más altas

Le Moulin de la Galette, junto con el cuadro de Vincent Van Gogh Retrato del doctor Gachet (1890), fueron adquiridos en mayo de 1990 por el empresario japonés Ryoei Saito, presidente de Daishowa, quien pagó por los cuadros las cantidades más altas que se habían pagado en el mercado mundial del arte por dos obras maestras.Tras la compra, realizada a título particular, la empresa Daishowa le compró el cuadro a Saito por la misma cantidad que había pagado el millonario y lo ofreció como fianza por la enorme cantidad de deudas que las compañías del grupo Daishowa empezaron a acumular.

El excéntrico millonario nipón causó indignación en el mundo del arte, más tarde, cuando afirmó que al morir deseaba que pusiesen junto a su cadáver las dos obras de su propiedad para que fueran incineradas junto a él, algo que no llegó a ocurrir. El empresario japonés falleció en 1996.

Las compañías de Saito, reunidas en el grupo Daishowa, se han visto afectadas por graves problemas financieros desde comienzos de los años noventa. Las compañías japonesas echaron mano de las obras de arte que habían adquirido como recurso con el que satisfacer sus deudas, y se encontraron con un mercado internacional de arte con precios a la baja.

Los Girasoles y L'Homme est en mer, de Van Gogh, son propiedad de los grupos Yasuda y Chiyoda Life, respectivamente. La boda de Pierret, de Picasso, se encuentra en manos de una constructora niDona.